"La próxima década será la última oportunidad para el planeta"

La vida que se mueve en los paisajes es cada vez más escasa, así como la vida rural y los afanes de tantas generaciones que han desaparecido. “El abandono es el denominador común de esos paisajes, y todo esto conlleva gravísimos riesgos para la sociedad en su conjunto y para la naturaleza”, cuenta el divulgador medioambiental Joaquín Araujo.

Esta próxima década se presenta un enorme reto para el medio ambiente. Los expertos confirman que el abandono del mundo rural a escala global en este momento es de 200.000 personas menos cada día viviendo en los campos. Ahora mismo viven en las ciudades casi 4.000 millones de personas, y se estima que para 2050 la población urbanita del planeta será de 7.000 millones. “No sé quién va a dar de comer a esos 7.000 millones de personas”, alerta el divulgador.

Araujo cree que se está dando una situación gravísima y “ni siquiera se están tomando medidas de inteligencia previsora de cara a esta catástrofe en ciernes que supone la descompensación absoluta entre quienes producen alimentos y quienes los consumen”.

Aunque Araujo celebra que existe una mayor conciencia social respecto del medio ambiente. “Estamos en la época de mayor rigor científico”, lo que ha hecho aumentar la conciencia, “el cuestionarnos si lo estamos haciendo bien”, y es a partir de esa conciencia que deben empezar a rectificarse los estilos de vida. Sin embargo, esta conciencia de la gente no se ha traducido en medidas políticas y durante años hemos perdido valiosas oportunidades. Ahora, el divulgador alerta de que, como mínimo, esta próxima década “es la última oportunidad”. “O rectificamos en muy poco tiempo o el diagnóstico es aterrador, una auténtica catástrofe para el conjunto de la vida y, por supuesto, no podemos considerar que estamos a salvo. Nada de lo vivo está a salvo del cambio climático”.

Los cambios se están viendo frenados por “la peor faceta del ser humano”, explica el profesor, de quienes se escudan en la responsabilidad ajena. Araujo denuncia que todos los planteamientos económicos se centran en aumentar el consumo cuando solo mantener el volumen de consumo actual es incompatible con los límites físicos del planeta.