Veto parental en Madrid a cursos de prevención de la violencia de género

Madrid

En política ocurre que, como en el ejército, hay soldados que cumplen órdenes antes de que se las den. Es el caso del popular Javier Úbeda, alcalde de Boadilla del Monte (Comunidad de Madrid), cuyo ayuntamiento, según publicaba ayer el diario El País, decidió cancelar los talleres de prevención de la violencia de género que la cooperativa Andaira impartía en los institutos de la localidad madrileña por “quejas de los padres”, así, en general. Sin embargo, desde la cooperativa sostienen que la única información de la que disponen está relacionada con una queja en uno de los centros educativos donde se impartió el taller, concretamente, en el Colegio Casvi. Y ni eso. “No tenemos conocimiento de las quejas concretas sobre los contenidos ni posibilidad de defender nuestro trabajo”, cuenta en declaraciones a la Cadena SER Javier González, socio de la cooperativa Andaira.

En el proyecto formativo de estos talleres, financiados, en parte, por el Fondo Social Europeo, se recoge que tenían que llevarse a cabo en seis institutos: tres públicos (el Ventura Rodríguez, el Profesor Máximo Trueba y el Príncipe Don Felipe) y tres concertados (el colegio Casvi, el Hélade y el Quercus). Sin embargo, solo se han llegado a realizar en dos de ellos: el IES Ventura Rodríguez y en el Máximo Trueba debido a que el ayuntamiento madrileño ha rescindido el contrato con la cooperativa sin previo aviso.

“En un primer momento la concejalía (de Asuntos Sociales) nos convocó a una reunión, pero poco después la cancelaron y no nos dieron más explicaciones”, explican desde Andaira. Los talleres sirven para ayudar al alumnado a identificar situaciones de violencia de género en sus relaciones y en su entorno. La metodología de la clase consiste, principalmente, en visualizar vídeos de conocidos youtubers y analizar los mensajes sexistas que muchos trasladan y que, en muchos casos, actúan como legitimadores de la violencia de género.

El ayuntamiento y el centro conocían los contenidos del taller: “Esto es un concurso público que gana nuestra oferta técnica y donde se recoge el desarrollo metodológico de sesión”, cuenta González. No es la primera vez que la cooperativa Andaira trabaja con el ayuntamiento de Boadilla. El anterior gobierno municipal, también popular, los contrató para realizar estos mismos talleres en los institutos de la localidad madrileña. “Nunca nos había pasado nada igual”, sentencia González.

Todo esto ocurre en mitad del ruido político generado por el pin parental, una de las medidas estrella en materia educativa de la formación ultraderechista Vox y cuya implantación ha sido apoyada tanto por el Partido Popular como por Ciudadanos recientemente en la Región de Murcia. El partido de Santiago Abascal pretende dotar a los padres del derecho a censurar contenidos educativos relacionados con “charlas, talleres o actividades con carga ideológica o moral contraria a sus convicciones”. Desde el Ministerio de Educación, Isabel Celaá anunció la semana pasada que el Gobierno recurrirá por la vía judicial cualquier medida que se tome por parte de alguna comunidad autónoma en esta dirección alegando que va en contra de la LOMCE.

A pesar del ruido mediático que está generando la polémica medida en los últimos días, recientemente el Consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, aseguraba que no existe denuncia alguna relacionada con actividades impartidas en horario lectivo.