Cristian Olivé: "Hay que convertir el móvil en herramienta educativa y no prohibirlo"

Madrid

¿Cómo conseguir que alumnos de trece años se interesen por una novela medieval? Cristian Olivé, profesor de Lengua y Literatura del colegio Joan Pelegrí de Barcelona, encontró la respuesta en el album 'El mal querer', de Rosalía. La cantante se había inspirado en una obra del Medievo, 'Flamenca', y a partir de esa conexión, el análisis de las letras de un hit musical del siglo XXI llevó a sus alumnos a explorar referencias literarias muy alejadas del mundo preadolescente, además de suscitar un vivo debate sobre el amor romántico y la violencia machista. 

Es sólo una de las innovadoras estrategias educativas que Olivé ha plasmado en su libro 'Profes rebeldes' y sobre las que hemos conversado en La Ventana. "Se trata de involucrar a los adolescentes en su propio aprendizaje, a partir de su lenguaje y sus intereses, y hacerlo sin juzgarlos. Mi objetivo no es tanto que mis alumnos se conviertan todos en filólogos sino que a través de la Lengua y la Literatura aprendan a ser ciudadanos críticos, libres y felices". 

En esa labor, Olivé ha encontrado un aliado en las redes sociales. Instagram, Youtube, Netflix son recursos habituales en sus clases. "Para que se emocionen con Lorca, primero tengo que lograr que se emocionen con la lectura y para eso parto de elementos de su día a día. En ese sentido Instagram les llega porque habla en su lenguaje". 

Con ese punto de partida, Olivé engancha a la lectura a sus alumnos proponiéndoles estructurar una novela clásica como un guión de serie de Netflix, o diseñar una campaña de fidelización de seguidores de la trama en Twitter. Para hacer ambas cosas tienen que saber de qué va la historia y para eso tienen que leer la novela. 

"Los adolescentes ni son impulsivos ni irreflexivos, para mi son una generación mejor y deberíamos escucharles y tenerles más en cuenta", cuenta Olivé que también se declara un firme defensor del móvil en las aulas. "Que esté a favor no significa que me parezca bien el móvil las 24 horas del día. Lo que quiero decir es que para ellos es un pasatiempo que nosotros debemos reconvertir en una herramienta educativa, porque lo es y debe estar".

En este sentido, Olivé considera un error las decisiones prohibicionistas como la que ha anunciado recientemente la Comunidad de Madrid. "Haré de abogado del diablo. ¿Cómo reaccionaríamos los adultos si nos restringieran el uso del móvil en nuestra vida cotidiana? A veces les pedimos a los adolescentes que hagan cosas que nosotros no toleraríamos. Hay que ser más honestos".