Edificios rodeados de vallas, cámaras y torres de vigilancia: así son las fábricas de producción en China

Madrid

Las piezas de unas zapatillas Air Max o el último iphone salen de fábricas en las que el régimen chino obliga a trabajar a los Uigures, una minoría musulmana a la que el régimen persigue y castiga desde hace tiempo, tal y como han revelado las investigaciones de varios medios. 

Hasta ochenta mil personas trabajan en estas fábricas después de pasar meses o años en centros llamados de reeducación que en realidad son cárceles. Tras su paso por prisión es casi imposible eludir estos trabajos si no quieren volver a ser detenidos.

Una nueva investigación ha localizado una treintena de fábricas en las que los detenidos trabajan de sol a sol. Edificios rodeados de vallas, cámaras y torres de vigilancia

No obstante, esta es una realidad que el gobierno de Xi Jinping niega. Este portavoz asegura que es normal que las familias no se vean a menudo. "Todos vemos poco a nuestros hijos cuando nos vamos a trabajar", dice el presidente chino.

Las empresas consultadas como Nike o Apple también han negado esta realidad. Dicen, por ejemplo, que trabajan comprometidos con los derechos humanos y que ha prohibido a sus proveedores.