El poder de compartir y dar 'like' en la era de la viralidad

Madrid

Pensamos en un virus biológico y nos asusta. Sin embargo, a muchos les parece un éxito que un contenido se difunda masivamente, se vuelva viral. ¿Tiene sentido? Se lo hemos planteado a Jorge Carrión, escritor, crítico cultural del New York Times y autor de “Lo Viral”. Un ensayo en forma de falso diario en el que narra lo que ocurre durante la pandemia y en el que reflexiona acerca del mundo digital y el concepto de viralidad en Internet.

En busca de esos posibles sentidos, el escritor se pregunta qué es la cultura digital y por qué en el centro de la misma se ha impuesto el paradigma de la viralidad y el impacto, en detrimento del paradigma de “lo clásico”, donde la virtud principal era la calidad.

“Este virus nos ha recordado que todo se puede medir”, añade. Constantemente revisamos estadísticas, analizamos números, recopilamos grandes cantidades de datos y empleamos algoritmos para entender y enmarcar nuestra realidad. Realidad que, según Jorge Carrión, se verá orientada en un futuro cercano por esta lógica cuantitativa.

El nuevo sistema de consumo

Desde Silicon Valley se han diseñado herramientas como el like o las notificaciones con el objetivo de que sus usuarios permanezcan conectados el máximo tiempo posible. Hablamos de un nuevo sistema de consumo de contenidos, información, estímulos o bienes materiales diseñado para ser frenético y adictivo.

En ese contexto, es urgente la dieta autoimpuesta de desconexión y tranquilidad. “Si dejas que el sistema se imponga, lo hará, porque está diseñado de esta manera”, señala el autor de "Lo viral".

El poder de las redes sociales

“Vimos el poder hipnótico y terrible de YouTube, donde se cargan automáticamente los vídeos y hay un listado lateral con infinidad de opciones para ir haciendo zapping”, nos relataba el periodista catalán sobre la experiencia de visionar contenidos infantiles online con su hijo. Explicar lo que son las redes sociales y qué efectos tienen no es una tarea fácil, sobre todo si es a los más pequeños.

Preguntan por las pantallas y por el trabajo de sus padres con los móviles. Su contacto y conexión con estos dispositivos puede atrasarse, pero es importante saberles transmitir que deben ser gestionados con sentido común: sabiendo qué compartir, evitando el “enganche” y conociendo las cuestiones básicas de la privacidad.