El periodista que reveló el intento de asesinato de Josep Maria Mainat por mantener una herencia

Madrid

Esta mañana, el periódico La Vanguardia amanecía con el siguiente titular entre sus páginas: “un juez investiga el intento de asesinato de Josep Maria Mainat por parte de su mujer”. Toni Muñoz, autor de la noticia, accedió a esta información mientras tomaba un café con una persona que le relató los hechos y sus fuentes se la acabaron confirmando. Hoy publicó un relato digno de una novela negra que se mantuvo, hasta la fecha, en el más absoluto secreto.

“Lograron mantener un hermetismo bastante inquebrantable” apostilló el periodista, un detalle que le sorprendió bastante en el momento en el conoció los hechos, que ocurrieron a finales del mes de junio y se resume en que, si el cronista y productor de televisión se divorciaba de su actual mujer, “ella se quedaba fuera de una suculenta herencia, e intentó frustrar estos planes”.

Los hechos, paso a paso

En este sentido, ante el asombro de la noticia, Muñoz explicó que Mainat y su esposa, Angela Dobrowolski, se estaban divorciando, razón por la que, “de vez en cuando, él invitaba a su todavía mujer a cenar a casa con los niños y se quedaba a dormir en el cuarto de invitados”.

Pero la noche del 22 al 23 de junio, cuando todos se fueron a dormir, incluido el servicio, Dobrowolski aprovechó y le pinchó dos inyecciones. “Al parecer, él se resistió un poco, pero ella lo consiguió. Al principio no sabía de qué era la sustancia, pero todo apunta a que era insulina”, ya que tal y como sabía el periodista, Mainat es diabético.

Sin embargo, el cronista musical no tomaba insulina y su esposa lo sabía. En ese momento, “lo que le provoca es una bajada de azúcar y un coma diabético”. Pasan unos 20 minutos hasta que decide llamar a la ambulancia. La recepcionista advierte a Angela de que, mientras llegan lo servicios a la casa, le dé azúcar para revertir la situación, pero ella contesta que no hay.

Tras dos días en el hospital, el productor de televisión se fue recuperando poco a poco. Sin embargo, a su hijo mayor, Pol Mainat, “algo le olía raro en toda esta historia y se puso en contacto con los Mossos d’Esquadra para ponerle una denuncia” a la mujer actual de su padre, continuó relatando el periodista.

Gracias a la actuación de su hijo, las autoridades pudieron acceder a las cámaras de videovigilancia que grababa los interiores de la casa de Mainat. Ahí descubren, tal y como siguió explicando Muñoz, que Dobrowolski “entra hasta 13 veces a la habitación del periodista para comprobar qué tal está” y, además, “aparece dos minutos detrás de la puerta de la nevera porque parece que intenta esconder que está preparando unas dosis de insulina”.

Por otro lado, el glucómetro, que mide el nivel de azúcar, fue determinante también en esta historia, ya que, tal y como narró el periodista, “le midió la glucosa cuando le pone las dos inyecciones hasta en dos ocasiones”.

El único detalle que no tuvo en cuenta es que este instrumento deja rastro. De manera, las autoridades pudieron constar que “intentó manipular el glucómetro para decirle a los Mossos estaba bien midiéndose ella misma la temperatura”.