
El Chess Boxing, una mezcla de boxeo y ajedrez
Hoy hablamos con Jonathan Rodríguez, Subcampeón Mundial de esta modalidad

Jonathan Rodríguez y Sven Rooch en el Mundial de Chess Boxing / Getty Images
Es incuestionable que la presencia del boxeo en los gimnasios ha ido in crescendo. Pero ¿se imaginan a Mike Tyson y a Evander Holyfield, además de boxeando en el ring, disputando una partida de ajedrez? En un primer momento ésto parece inimaginable. Sin embargo, seríamos testigos de este hecho si realizaran un duelo de Chess Boxing. Aunque parezca sorprendente, como su propio nombre lo indica, esta modalidad combina dos deportes aparentemente opuestos: el boxeo y ajedrez.
Este deporte se desarrolla en un ring, pero el funcionamiento es algo diferente al que ya conocemos. Consiste en once asaltos de tres minutos cada uno en los que se van alternando ambos deportes. Gana el primero que logra un K.O o un jaque mate. Como ha comentado Javier del Pino, nosotros esto es lo que podemos comentar grosso modo acerca del Chess Boxing. Sin embargo, el que nos puede acercar más a esta modalidad es Jonathan Rodríguez, entrenador de boxeo y Subcampeón del Mundo de este deporte “oficioso”. El origen es muy curioso ya que “partió de la idea de un dibujante de cómics francés y luego el artista holandés, Iepe Rubingh fue quien lo llevó a la práctica”.
Cuando escuchó por primera vez la propuesta del Chess Boxing, le pareció tan interesante que decidió volver a acercar posturas con el ajedrez. Eso le llevó a la primera victoria contra un asturiano y gracias a ello consiguió un billete al centro de entrenamiento de Berlín. Una vez allí, se podría decir que destacaba por encima de los demás y nos desvela el secreto para triunfar en la modalidad: “Hay que estar equilibrado tanto en el boxeo como en el ajedrez, pero casi más importante es saber controlar las pulsaciones cuando te sientas frente al tablero”. Las capacidades del púgil leonés lo convirtieron en el ojito derecho de Rubingh y ahí fue cuando se le abrieron las puertas del Mundial.
En 2013, en Moscú, se enfrentó al alemán Sven Rooch y el siguiente año disputó la revancha. En ambos combates perdió por errores en el tablero. El campeón del mundo de Chess Boxing venció a Rodríguez por jaque mate en el quinto asalto de la pelea. Jonathan lo recuerda como una derrota amarga, ya que pudo acariciar la victoria en los asaltos de boxeo. “Cometí un error garrafal en el tablero, así que luego no me quedaba otra que tirar con mala leche” nos comenta.
Parecía que después del fallecimiento de Rubingh el futuro del deporte se tambaleaba, pero al parecer, la mezcla del boxeo y el ajedrez ha calado en varios lugares y cada vez hay más gente interesada en practicar esta modalidad. Jonathan cree que es muy útil para trabajar con niños ya que “ayuda a romper estereotipos como que el boxeo es de brutos y el ajedrez de cerebritos”.
Se podría decir que la vida deportiva de Jonathan ha ido en paralelo con el boxeo, pero no con el ajedrez. El ajedrez era la pasión de su hermano, pero a él “no le llenaba del todo”. Por esa razón, años después, se ha acabado decantando por los guantes. Lo que él nunca hubiera imaginado es que el juntar ambos deportes le llevaría a ser uno de los mejores chessboxers del mundo.
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