
Lo que creíamos
Gobernar es tomar decisiones, asumir su éxito o su fracaso y presentarse después a unas elecciones para que los ciudadanos te avalen o te castiguen. Y hacer oposición es controlar al gobierno construyendo una alternativa, arrimando el hombro en las situaciones límite. O eso creíamos
Con la pandemia absolutamente disparada hoy nos ha dicho el ministro Illa que vamos a doblegar esta ola con las mismas medidas que la segunda. Ah, ¿pero doblegamos la segunda? Porque cuando empezó a crecer la tercera, la anterior estaba todavía en 188 casos y el propio ministerio había puesto el listón en 25, 50 casos, para poder dar por controlada la pandemia.
Y con la pandemia disparada, tendremos que esperar todavía dos días, hasta el miércoles, para que Gobierno y autonomías traten de ponerse de acuerdo otra vez sobre si hay que facilitar a los presidentes autonómicos adelantar el toque de queda. Pero eso, si se acuerda, habrá que llevarlo al Congreso y ahí hacen falta los votos del PP y Pablo Casado no se moja. Hoy tampoco ha aclarado si votaría a favor de un estado de alarma, pese a que lo piden sus propias autonomías.
Gobernar es tomar decisiones, asumir su éxito o su fracaso y presentarse después a unas elecciones para que los ciudadanos te avalen o te castiguen. Y hacer oposición es controlar al gobierno construyendo una alternativa, arrimando el hombro en las situaciones límite.
O eso creíamos.
