

Esperando a Biden
Carles Francino plantea las grandes preguntas que le surgen con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos tras cuatro años de Donald Trump: "Parece que haya pasado Atila"
Lo del acontecimiento histórico tiene todo el sentido porque la era post Trump acumula un montón de retos tan apasionantes como complicados y desde luego muchísimas preguntas: la primera saber si el trumpismo acabará con Trump -que no parece-, pero ya veremos. Confirmar también si la ruptura del Partido Republicano -con este nefasto personaje al que le han reído las gracias durante 4 años- va realmente en serio. Preguntarse por otra parte qué planes tiene Biden para desmontar los numerosos embrollos provocados por su predecesor, el más grave en su propio país, donde ahora mismo las encuestas apuntan que el miedo principal -el temor más grande- que tienen los norteamericanos es a otros norteamericanos como ellos. O sea, que el conflicto civil no es que esté larvado, es que está puesto sobre la mesa.
Luego está la inseguridad, el riesgo de violencia, el racismo, la amenaza de los grupos supremacistas blancos -la principal amenaza terrorista según el FBI-. Habrá que ver también qué papel acabará jugando Kamala Harris, la política económica -por descontado-, la política migratoria, cómo se transforma la gestión de la pandemia, cómo se recupera -si se puede- el prestigio de las instituciones, la ciencia... Es que te pones a mirar y parece que haya pasado Atila, esperemos que en este caso la hierba pueda volver a crecer.
En fin, que todo es muy interesante y además tiene una repercusión evidente en el resto del mundo. De hecho, esto es una reflexión personal, yo creo sinceramente que la política española -incluso el Congreso de los Diputados, por centrarlo- es ahora mismo una burbuja de enfrentamientos, insultos, descalificaciones y falta total de acuerdos que no se queda muy atrás del estilo que ha puesto de moda Donald Trump en los últimos cuatro años; que ya venía de antes -ya lo sé- pero que en estos cuatro años desde luego ha hecho cumbre.
