

La patata y la vacuna
"Varios de nuestros prebostes están saltándose la fila y aplicándose la inyección con la misma ansia con que se lanzan sobre una prebenda o un plan urbanístico o un sobresueldo en B"
La patata, un tubérculo procedente de América, tuvo muy mala prensa en Europa. A finales del siglo XVIII la gente seguía considerándola tóxica. Habrán oído la historia de cómo se popularizó: tanto Luis XVI de Francia como Federico II de Prusia plantaron patatas en huertos de palacio y pusieron vigilancia alrededor, como si se tratara de algo valioso que se reservaban en exclusiva. En vista de ello, el pueblo llano se animó a probarlas. En poco tiempo formaban parte de la dieta cotidiana.
Yo creo que algunos políticos, mandos militares y jerifaltes en general hacen algo parecido con la vacuna contra el covid. Varios de nuestros prebostes están saltándose la fila y aplicándose la inyección con la misma ansia con que se lanzan sobre una prebenda o un plan urbanístico o un sobresueldo en B. ¿Por qué lo hacen? No por egoísmo, ni por falta de escrúpulos, ni porque se consideren más importantes que los demás, sino para vencer los focos de desconfianza hacia la vacuna. Si ellos se la ponen, con esa afición suya por las cosas buenas, comprendemos enseguida que el pinchazo vale la pena.
Qué astutos son. Y qué buena gente.
Ustedes sabrán disculpar el sarcasmo.
- Opinión
- Coronavirus Covid-19
- Pandemia
- Coronavirus
- Enfermedades infecciosas
- Virología
- Epidemia
- Enfermedades
- Microbiología
- Medicina
- Biología
- Salud
- Ciencias naturales
- Ciencia
