
Aznar, un solemne mentiroso
Insiste José María Aznar en blanquear aquella farsa que intentó montar tras los atentados de Atocha de 2004, 193 muertos y más de 2000 heridos, cargando la salvajada sobre las espaldas de ETA
Es soez que un ex presidente de Gobierno repita una y mil veces la misma falacia. Insiste José María Aznar en blanquear aquella farsa que intentó montar tras los atentados de Atocha de 2004, 193 muertos y más de 2000 heridos, cargando la salvajada sobre las espaldas de ETA, que no necesitaban adjudicarse esa masacre para que todo el mundo les tenga por asesinos.
Lo intentó hasta en Naciones Unidas, aun cuando todo el mundo, sus servicios de inteligencia y su policía incluidos, ya sabía que había sido obra del terrorismo islamista.
Repite Aznar, anoche volvió a hacerlo, que en una conversación telefónica con el entonces director de El País, Jesús Ceberio, en la misma mañana del 11-M, fue el periodista quien le dijo que el atentado había sido obra de ETA. Falso. Sucedió justo al revés: fue el presidente quien mintió deliberadamente al director, como el propio Ceberio ha contado con detalle. Esa conversación se celebró en el despacho de este Ojo, entonces director adjunto de El País. Aznar, un solemne mentiroso.
