Causa abierta a Facebook

Madrid

""Mi nombre es Francis. Trabajaba en Facebook. Me uní a la empresa porque creí que tenía potencial para hacernos mejores, pero estoy aqui hoy porque creo que sus productos perjudican a los niños y debilitan a nuestra democracia" así comenzaba la declaración de la exempleada de Facebook, Francis Haugen, ante el Congreso estadounidense. Una declaración que se produce apenas un mes después de que el Wall Street Journal comenzara a publicar documentos internos de la empresa, y cuya acusación central es que la compañía de Mark Zuckerberg lleva años escondiendo los perjuicios externos que provoca, y que este lunes han llevado a la propia compañía a responder no ya negando estas acusaciones, sino ofreciendo datos internos sobre el impacto que los mensajes de odio tienen dentro de la plataforma.

Desde Facebook aseguran que no quieren ver odio en su plataforma -porque tampoco les gustan este tipo de mensajes ni a los usuarios, ni a los anunciantes, que son su fuente de ingresos fundamental- y por eso señalan que trabajan para eliminarlo. Tan es así, defiende Guy Rosen, vicepresidente de integridad del gigante tecnológico en una publicación en el blog de la compañía, que en 2016 eran los propios usuarios de la plataforma quienes tenían que reportar este tipo de mensajes y ahora es la compañía la que los detecta de forma proactiva, valiéndose de la tecnología. Después los redigirige a los revisores y estos los suprimen si infringe las políticas de la compañía: políticas que prohíben contenido producido o distribuido por cuentas falsas, desnudos y sexo, violencia gráfica y mensajes de odio. Este proceso, apunta ese texto , ha llevado a que los mensajes de odio se hayan reducido a la mitad en los últimos nueve meses, a que tengan una prevalencia del 0,05%, es decir, que solo tengan cinco visionados de cada diez mil.

"Facebook nunca se va a regular a sí misma, nunca. Fundamentalmente, porque está construida en torno a la ética de un joven que nunca ha respondido a nadie, que construyó una aplicación en un campus y que sigue sosteniendo muchos de sus principios fundamentales" explica en Hora 25 de los Negocios Enrique Dans, profesor de Innovación de IE Business School.

Este es el último de una larga lista de problemas en los que la compañía se ha visto envuelta en los últimos años -entre los que se incluye el Cambridge Analytica, que provocó el escándalo en Reino Unido; el de la publicidad política de Estados Unidos en 2019; la lista blanca que eximía de comprobación de sus mensajes por parte de la compañía; el asalto al Capitolio...- que, como los anteriores, también ha hecho mella en la economía del gigante de las redes sociales, que ha perdido casi 100.000 millones de dólares de valor en bolsa.

"El problema es cuando tus acciones son tan perniciosas que generas la posibilidad de que alguien manipule de manera drástica a la sociedad en un proceso electoral o que alguien se dedique a asustar a la gente evocándole sus peores miedos" apunta Dans. "Estamos violando un principio fundamental, la privacidad podría tener un cierto valor. Entonces, ¿por qué Facebook baja de valor, pero de manera puramente coyuntural? Porque la compañía no tiene ningún problema atrayendo anunciantes y los anunciantes son el verdadero sostén de Facebook, para muchísimas compañías Facebook es lo mejor desde que el pan viene en rebanadas, nunca han contado con un francotirador tan certero para hacer su publicidad".