Javier Gutiérrez, sobre 'Principiantes': "Deja muy pocas ventanas abiertas para que tengamos fe en el amor"

Madrid

El concepto de ‘amor’ ha tenido muchas y distintas definiciones a lo largo de la Historia. El personaje de Medea dice, en ‘Las Metamorfosis de Ovidio’, que es como “si una flecha se clavara en el pecho hasta las plumas”, Platón lo definía como “la motivación que nos lleva a contemplar la belleza” o Enrique Jardiel Poncela lo ve como “la mayonesa: cuando se corta, hay que tirarla y empezar otro nuevo”. Todos los aspectos, positivos y otros no tanto, del amor aparecen en 'Principiantes. De qué hablamos cuando hablamos del amor', una función que ha recorrido ya distintos puntos de España y que ahora está programada en los Teatros del Canal de Madrid. Es una obra basada en el relato corto del mismo nombre del conocido como padre del realismo sucio, Raymond Carver, aunque también incluye alusiones a otros relatos para mostrar todo su universo creativo. Han querido asomarse a La Ventana dos de los actores de esta obra: Javier Gutiérrez y Vicky Luengo.

Las dos caras de un sentimiento

“El mayor reto de este espectáculo era trasladar al escenario a Carver, tan fino en lo que cuenta y cómo lo cuenta”, ha descrito Gutiérrez, que ha añadido una valoración a esta pieza: “Deja muy pocas ventanas abiertas para que tengamos fe en el amor”. Luengo ha comentado que es “muy gratificante interpretar personajes que están cargados de dolor pero que al principio de la función no lo muestran”.

‘Principiantes’ lleva el amor hasta el extremo del maltrato y las amenazas: “Se trata de uno de los momentos álgidos, porque hay una toxicidad en una pareja veterana”. Gutiérrez ha relatado cómo su personaje atraviesa un profundo dolor con esta situación.

Pasado en el presente

Las diferencias entre una pareja con muchos años de historia y otra en “la primavera del amor” sobrevuelan toda la obra. “Hemos tenido en cuenta en qué momento se escribió el texto, y seguramente, en el 2022, las conversaciones que tienen estos 4 personajes tendrían comentarios que ya hemos aprendido que no se deben hacer”, ha explicado Luengo. No obstante, Gutiérrez ha añadido: “Puede resultar anacrónica que, actualmente, estas conversaciones subidas de tono en la que por parte de la otra pareja se viva vergüenza ajena siguen existiendo”.

“En este espectáculo hay una sensación constante de peligro, y el espectador está muy atento con lo que sucede. Se nota mucho esa atención en los pocos momentos de humor que hay porque estallan a carcajadas”, ha comentado Gutiérrez. Por su parte, Luengo ha comentado la importancia de la tensión constante que expresa la obra: “Cuando el espectador está atento, la cualidad del silencio es distinta”.