Gerardo Cueto: "Es el propio patrimonio de Briones el que te cuenta la historia del municipio"

Briones

Este pueblo medieval puede es sin duda una de las joyas de la corona riojanas. Y del mapa español en general. Al fin y al cabo, Briones pertenece al selecto club de los Pueblos más bonitos de España. Tras sus murallas espera una pequeña ciudad de palacios que le han hecho valer la categoría de Conjunto Artístico desde el año 1973; retablos de estilo rococó espectaculares y hasta un órgano barroco del siglo XVII, aun a pleno rendimiento.

Ubicado en el corazón de la Sierra de la Demanda, lugar donde se ubican grandes cunas del vino como Haro y San Vicente de la Sonsierra, Briones tiene todos los ingredientes para hacer una escapada perfecta, incluido el vecino Museo Vivanco de la Cultura del Vino, reconocido como uno de los mejores del mundo.

Su alcalde, Gerardo Cueto, asegura que “por lo que más me sorprende Briones, creo que es por el patrimonio. Con dar una vuelta por el centro, algo que no te lleva ni un día, el mismo pueblo te va diciendo quién fue en su época, cómo se vivió en su época”.

Un pasado y un patrimonio que tomó relevancia internacional tras la llegada del Museo Vivanco, “desde su inauguración en 2003, el museo ha marcado un antes y un después para el municipio y ha relanzado su potencial turístico, con visitantes de todo el mundo”.

Un pueblo para visitar todo el año

Otros de los puntos fuertes del municipio es el músculo de su movimiento asociativo, con participación de todos los segmentos de edad, “nosotros somos un pueblo bastante muy solidario, pero también hay que trabajarlo. Los pueblos en verano son todos muy bonitos, pero en invierno las cosas son diferentes, y lo que hacemos entre todos es trabajar para que nuestro pueblo sea un pueblo agradable para vivir todo el año. No solo para veranear o pasar fines de semana”.

Y todo acompañado por una rica gastronomía, de producto local, acompañada de grandes vinos, “ahora tenemos en el pueblo restaurantes y varios bares que ofrecen a los visitantes y a los que vivimos aquí en el pueblo todo tipo de menús. Desde un precio más alto, una calidad más alta, a veces con menús más tradicionales... hay a nivel para todo tipo de turismo, quien quiera un bocadillo, que tenga un bocadillo, quiera un menú que también lo tenga. Yo estoy contento porque tenemos un poquito de todo”.

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