Arenas y Zaplana salen en defensa de Rajoy tras las discrepancias expresadas por Gallardón y Mayor Oreja

El ministro portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, admitió hoy que la polémica creada en torno a la subida de impuestos aprobada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, es "lo menos malo" que le puede pasar al PP después de concluir la sucesión de José María Aznar. Pero no acaban los problemas del PP, ya que todavía colean las declaraciones de Jaime Mayor Oreja sobre Cataluña y el País Vasco. El candidato del PP, Josep Piqué, admitió también que las palabras del líder popular vasco "distorsionaron" su campaña, pero no pedirá amparo a Rajoy, como sí hizo Ruiz-Gallardón.

Zaplana hizo mucho hincapié en que no pretende "quitarle importancia" a este debate, porque no quiere que "mañana se diga que Eduardo Zaplana quiere quitar importancia a este debate, o diga que no existe o calificarlo de anécdota". Pero sí quiso aclarar que es "exagerado" comparar la política presupuestaria del Gobierno con la de un Ayuntamiento, aunque sea el de Madrid, "que no es cualquier ayuntamiento". El portavoz del Gobierno ha tratado de zanjar la polémica con este mismo argumento desde que se inició.

Pero no quiere Zaplana que este asunto se salga del contexto que, según él, le corresponde. "Si se analiza y se echa la vista atrás, verá que cíclicamente en España se produce un debate de esta naturaleza", dijo el ministro, que insistió en la "absoluta unidad y cohesión" de su partido alrededor de Mariano Rajoy.

Del nuevo líder popular aseguró que, "si hay alguna característica que no le falta, es energía suficiente para sacar adelante sus políticas". De hecho, Ruiz-Gallardón habló con Rajoy para tratar de zanjar el debate, pero Zaplana no aportó ningún dato sobre esta u otras conversaciones que el alcalde de Madrid haya podido tener con la cúpula del PP. "Si han existido, no las conozco. Pero es que las que se han publicado tampoco las conozco, fíjense si carezco de información en este ámbito", dijo.

ASUNTO ZANJADO PARA ARENAS

Con un lacónico "zanjado" se refirió Rajoy a este asunto. El líder popular no se extendió en más explicaciones, dejándolas en manos del vicepresidente segundo del Gobierno, Javier Arenas. "Para nosotros, la polémica sobre los presupuestos de Madrid está absolutamente zanjada", precisó, aunque recalcó que hablaba en condición de vicesecretario regional del PP. El dirigente popular sí restó importancia a esta polémica y dijo que no es la "primera china" de Rajoy porque "su liderazgo e4stá absolutamente considerado dentro del partido".

Y ante la posibilidad de que este asunto haya mermado la situación de Rajoy en el partido o la consideración que de él puedan tener Rodrigo Rato o Jaime Mayor Oreja, Arenas dijo que lo desconoce, aunque dijo no tener "la más mínima duda" de que todo el partido considera "indiscutible" y "muy sólido" el liderazgo del sucesor de Aznar. "Todos vamos a ser una piña con Rajoy de aquí al mes de marzo, y ahí incluyo a todos los dirigentes del partido", dijo.

¿RATO, TOCADO?

Arenas también sacó la cara por Rato, por la posibilidad de que su imagen haya quedado deteriorada, tras sus críticas a Ruiz-Gallardón y que Rajoy haya defendido al alcalde de Madrid. "Su figura sigue siendo muy robusta y sólida en la política española", dijo, ya que considera al vicepresidente "la perfecta expresión del gran cambio económico y social que se ha producido en España en los últimos años". Rato, por cierto, no quiso abordar la polémica.

La polémica sobre Ruiz-Gallardón no es la única a la que ha tenido que hacer frente el PP en la última semana. Las declaraciones de Jaime Mayor Oreja en la campaña catalana sobre ERC también han abierto un debate. Josep Piqué, candidato popular a la Generalitat, admitió que el líder del PP vasco "distorsionó" con sus palabras su estrategia de campaña, aunque aseguró que todo ha vuelto a la normalidad "sin necesidad" de pedir amparo a Rajoy, como sí hizo Ruiz-Gallardón, quien dijo que dimitiría si el nuevo líder popular no avalaba sus políticas.

Sobre este asunto, Piqué, que este miércoles ya pidió explicaciones a Ruiz-Gallardón, aseguró que "la filosofía política" del PP sigue siendo la bajada de impuestos, aunque matizó que "otra cosa es un alza muy concreta en un Ayuntamiento". "No hay que ir más allá", dijo el dirigente popular catalán, que insistió en que la cohesión de su partido es mucho mayor que la que tienen socialistas y convergentes.