El consumo de tranquilizantes se elevó un 10% tras el 11-M

Madrid

La Universidad Complutense ha presentado un estudio en el que se concluyen datos que manifiestan el trastorno que supuso el 11 de marzo entre la población de Madrid. Aumento del consumo de tranquilizante, miedo a utilizar el transporte público o temor a nuevos atentados son algunas de las secuelas.

El estudio ha sido elaborado a partir de 3000 encuestas a madrileños, que se realizaron 4 semanas después del 11 de marzo.

El consumo de tranquilizantes, antidepresivos y analgésicos se ha elevado hasta un 10% a raíz de los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid. Según los datos que se desprenden del estudio, víctimas y afectados se han valido de estos fármacos para paliar los trastornos psicológicos más frecuentes, como ataques de pánico y estrés post-traumático.

Estas perturbaciones han sido motivadas en muchos casos, según los psicólogos, por la repetida exposición de las duras imágenes vistas y a raíz de posteriores visitas a los escenarios de los atentados.

El estudio también contempla un aumento del índice de depresión entre la población, que alcanzó una media del 7´5% entre las cuatro y diez semanas siguientes al atentado. Este aumento afectó mayormente a las mujeres y a quienes fueron víctimas directas de la matanza.

El consumo de tranquilizantes entre la población general es de un 9%, 4% en antidepresivos y 11,5% en analgésicos. Según uno de sus autores, Juan Miguel Tobal, Catedrático de Psicología Básica de la Complutense, estas cifras se incrementaron notablemente en las tres zonas afectadas y perturbó en mayor medida a las víctimas y no tanto al personal de emergencias.