Esperanza Aguirre admite que su consejero ha podido equivocarse en la crisis del Severo Ochoa

Madrid

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha señalado, en declaraciones al programa 'A vivir que son dos días' de la Cadena SER, que su consejero de Sanidad puede haberse equivocado y que su Gobierno rectificará si hay error. La presidenta de Madrid admite la posibilidad de devolver a sus puestos a los médicos cesados. Los sindicados continúan pidiendo la dimisión de Manuel Lamela.

"El consejero se puede haber equivocado y yo misma también, pero lo que ocurre es que esa equivocación es reversible y en el momento en que esto se aclare, se vuelve a reponer a esas personas" dijo la presidenta, y añadió que "lo que es irreversible o lo sería, es si esas denuncias tuvieran algo de cierto".

Aguirre se ha referido a la crisis desencadenada en el Hospital Severo Ochoa de Leganés y a los ceses del gerente de Urgencias, Luis Montes, por supuestas malas prácticas en la administración de sedantes a enfermos terminales.

La presidenta, que subrayó su apoyo a los profesionales de la Sanidad madrileña, aseguró que el consejero Manuel Lamela, "no tomó sólo" la decisión de cesar a los tres médicos del Severo Ochoa, sino que lo hizo siguiendo las recomendaciones "por unanimidad" que realizó por escrito el Consejo Superior de la Medina de la Comunidad.

Aguirre ha sostenido que el asunto es "delicado, difícil y doloroso" porque afecta a enfermos terminales. "Creo que los políticos ni podemos ni debemos entrar de ninguna manera" en este tema y que son médicos a quienes corresponde decir si la denuncia "tiene visos de realidad o no los tiene", aunque personalmente señaló que "pongo en duda" que los hechos que contienen "sean ciertos" pero, continuó, si lo son "serían gravísimos".

"Nunca he hecho una descalificación personal"

Preguntada por otros asuntos relativos a su cargo de presidenta del PP de Madrid, lamentó que el secretario de Organización socialista, José Blanco, encabece "toda una estrategia para convertirme en el paradigma de la dureza" y en este sentido, recordó que "llevo 22 años en política y jamás he hecho una descalificación personal".

"No hay nada tan totalitario como pretender descalificar a alguien por el procedimiento de etiquetarlo, porque esto además es franquista" manifestó Aguirre quien insistió en que su actuación política se ha ajustado siempre al modelo liberal y agregó que "no me molesta que me califiquen de radical, porque radical es quien va a la raíz de los problemas. Lo que me molesta es que me califiquen de extrema derecha".