Ocio y cultura

El museo Munch reabre sus puertas sin 'El grito' ni 'La Madonna'

Los cuadros más famosos del artista fueron robados el pasado 22 de agosto

El museo Munch reabrió hoy sus puertas al público tras nueve meses cerrado, 830 millones de coronas (106 millones euros) empleados en la mejora de la seguridad y con los cuadros "El grito" y "La Madonna", que fueron robados, aún en paradero desconocido. "El 22 de agosto dos ladrones armados y enmascarados amenazaron y aterrorizaron al personal del museo, llevándose dos piezas de un valor incalculable", recordó Lise Mjos, directora de la colección de arte de Oslo, en la ceremonia de inauguración.

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Este domingo se cumplen 293 días desde el robo de los dos cuadros más emblemáticos del museo. Cinco personas detenidas de nacionalidad noruega por el atraco esperan en prisión el inicio de un juicio penal. Incluso si son condenados, los responsables del golpe al museo Munch siempre podrán alardear de la simpleza con que ejecutaron su plan y de haber ridiculizado a numerosos agentes de policía, públicos y privados.

El ayuntamiento de Oslo ofreció dos millones de coronas (252.000 euros) por pistas sobre el paradero de los cuadros y la única información que ha llegado a los oídos de la policía procede de videntes y demás expertos en quiromancia, dijo Stensrud. El museo ha sufrido una metamorfosis en su diseño con la incorporación de nuevas puertas a modo de esclusas en dos zonas de control, un escáner, detectores de metal y varios agentes privados.

La seguridad tiene un precio: las grandes colas que se forman a la entrada. "Los cuadros se han blindado detrás de vidrio y marcos más gruesos; hemos instalado material antiincendios. Todo para dar aspecto disuasorio", manifestó Mjos. La reorganización del museo tambièn ha supuesto la mudanza de unos 1.150 cuadros, 18.000 grabados y 8.000 dibujos, a un coste de 830 millones de coronas (casi 106 millones euros).

El museo abrió al público con la exposición, "Munch por sí mismo", dirigida por la alemana Iris Müller-Westermann, del Museo Contemporáneo de Estocolmo. Müller-Westermann explicó que el proyecto le ha llevado varios años de trabajo incansable y confesó estar enamorada del "Autorretrato en el infierno", pintado en el 1902, y de la estrella del museo estos días, "Autorretrato con cigarrillo", prestado de la Galería Nacional Noruega.

El museo muestra además una segunda versión de "El grito" en óleo; una litografía de la misma obra con una inscripción en alemán que dice "sentí el gran grito a través de la naturaleza" y un grabado de "La Madonna", como consuelo para los espectadores. Otro conocido retrato expuesto es "Doctor Max Linde", procedente de la fundación Morrisburg, en Alemania. La exposición del "narcisista" Munch, en palabras de Westermann, compuesta por 65 cuadros, cincuenta dibujos y treinta grabados, se podrá ver hasta finales de agosto y posteriormente viajará a la Real Academia de las Artes de Londres.

 
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