Los retenes de Tragsa denuncian la ausencia total de formación en materia de extinción del fuego
En los primeros incendios en los que participan no saben cómo actuar
Los retenes de la Sierra de Guadarrama, en Madrid, que trabajan para la empresa Tragsa se quejan de la ausencia total de formación en materia de extinción. Estos jóvenes trabajadores denuncian que sin formación se ponen sus vidas en peligro. Un miembro de un retén cobra algo menos de 35 euros al día, por jornadas que pueden llegar a superar las 20 horas.
Los miembros de los retenes no son profesionales de la extinción; son en su mayoría estudiantes contratados por Tragsa, que es quien debe formarles. Sin embargo, esto es algo que -según los trabajadores- no se produce por lo que durante los primeros incendios en los que participan no saben cómo actuar.
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Los jóvenes integrantes de los retenes de Trasgsa denuncian también las carencias y el estado del material con el que trabajan. A todo ello se le suma el cansancio que acumulan, ya que que su labor no es exclusiva. También deben ocuparse de los trabajos de poda en el monte.
Los retenes de la Sierra de Guadarrama, en Madrid, denuncian que el trabajo que realizan en el monte, lejos de servir para evitar incendios, colabora a que se produzcan, ya que la maleza cortada no se retira. Según los trabajadores, el fin de su trabajo de poda es sólo el de conseguir mayor volumen de madera comercializable.
