El arzobispo de Granada niega ante el juez las acusaciones de acoso moral a un sacerdote

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha negado ante el juez las injurias, calumnias, acoso moral y coacciones de las que le acusa un sacerdote que se querelló contra él. El arzobispo dice que nunca quiso perjudicar a este religioso y que la divulgación del asunto se ha hecho "con la pretensión de dañar a la Iglesia".

Martínez, que se ha convertido el primer prelado de España

denunciado y citado a declarar por estos motivos, compareció ante el titular del Juzgado de Instrucción 1 de Granada, donde se acogió a su derecho constitucional a no responder a las preguntas de la acusación.

Fuentes judiciales informaron de que el prelado ha negado los hechos. El religioso querellante fue inhabilitado para ejercer sus funciones sacerdotales, destituido como canónigo, retirado de su acceso a la cátedra de la Facultad de Teología y relevado de su puesto de archivero en la catedral de Granada.

A su llegada a las dependencias judiciales, Martínez, que estuvo acompañado de otros miembros del Arzobispado, fue recibido con aplausos por varias decenas de fieles, que aguardaron durante la declaración del prelado rezando el rosario. Martínez rehusó hacer declaraciones a los periodistas y se remitió a un comunicado difundido por el Arzobispado de Granada remitió. En él se informa de que las actuaciones que dan lugar a la querella "son actos de gobierno interno de la Iglesia".

Según el Arzobispado, el sacerdote que interpuso la querella había apelado primero a la Santa Sede, "quien le impuso unas condiciones que nunca cumplió", tras lo cual "abandonó ese ámbito jurisdiccional y se dirigió a los tribunales civiles".

Divulgación "desproporcionada"

Martínez criticó la divulgación "del todo desproporcionada, con ligereza y sin respeto a la verdad" que ha tenido este caso.

La querella llegó después de que el 21 de febrero acabara sin avenencia el acto de conciliación en el que estaba llamado a participar el prelado tras ser demandado por el sacerdote por las injurias y calumnias supuestamente vertidas por Martínez en una carta, en la que le acusaba de una apropiación indebida relacionada con su trabajo de archivero y de quedarse con los derechos de propiedad intelectual de un libro sobre la Catedral de Granada.

Los autores del libro demandaron al arzobispo, si bien las partes llegaron a un acuerdo el jueves pasado que permitió la retirada de la denuncia, del que no obstante se desmarcaron los coordinadores de la obra.

Según la denuncia, el arzobispo ha sometido al cura a "acoso moral" desde que tomó posesión del cargo en junio de 2003 procedente de la Diócesis de Córdoba. La supuesta inquina del arzobispo hacia el sacerdote podría deberse, según la querella, a que el sacerdote está vinculado a los órganos de Gobierno de CajaSur (Córdoba), que financió un libro sobre la Catedral de Granada encargado por el anterior arzobispo, Antonio Cañizares, y cuya publicación fue paralizada por Martínez.