Sin rastro de ETA en el 11-M
Dos años de investigación y ningún indicio de coincidencia
Madrid
A pesar de que el tribunal que juzgará el mayor atentado terrorista de la historia de España haya aceptado llamar como testigos a tres etarras, por si pudieran tener conexión con la masacre, en los dos años que se ha investigado este caso por parte del juez Juan del Olmo y la fiscal Olga Sánchez no han logrado encontrar ni rastro de la participación de ETA en los atentados.
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El pasado 1 de noviembre, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional dijo que la investigación del juez Del Olmo había sido "suficientemente exhaustiva" y por eso ordenó abrir juicio oral. Además, en ese auto rechazó la petición de la AVT de que se devolviera de nuevo el caso al juzgado para que se practicasen nuevas diligencias.
Del Olmo dictó el 11 de abril del año pasado el auto de procesamiento contra 29 de los imputados en el sumario por los atentados de Madrid, cuya autoría atribuye al Grupo Islámico Combatiente Marroquí.
Un presunto narcotraficante relacionado con el minero Suárez Trashorras fue el único que relacionó a ETA con el 11-M, pero el juez Del Olmo decía en el auto de procesamiento que su declaración tenía nula consistencia. Fuentes de la Audiencia Nacional explicaron entonces que si ETA apenas aparecía en el auto era porque el magistrado había reunido "indicios de lo que existe, no de lo que no existe".
Además, numerosos informes de la Policía, la Guardia Civil y el CNI han negado la relación de ETA con el 11-M. Incluso la propia banda terrorista lo ha desmentido y, por si fuera poco, Al Qaeda colgó en internet una autocrítica sobre los fallos que se cometieron en lo que calificó como "benditos atentados de Madrid".
Las 'caravanas de la muerte' no coincidieron
De hecho, uno de los puntales de la teoría conspirativa es que los dos etarras que ahora ha aceptado la Audiencia que declaren como testigo, los de la conocida como caravana de la muerte, partieron el mismo día que los islamistas, algo que es absolutamente falso.
La caravana islamista salió de Avilés el 29 de febrero a mediodía. Los etarras entraron a España por Huesca el 28 de febrero y fueron detenidos a medianoche en la provincia de Cuenca.
