La Audiencia Nacional juzga a los tres presuntos etarras de la 'caravana de la muerte'

Madrid

La Audiencia Nacional comienza hoy, jueves, a juzgar a los tres presuntos etarras que planearon en 2004 colocar una furgoneta cargada con 536 kilos de explosivos en una zona industrial de Madrid. La denominada 'caravana de la muerte' fue interceptada por la Guardia Civil camino de la capital, en la localidad de Cañaveras, Cuenca.

Los presuntos etarras Beñat Barrondo, Irkus Badillo y Gorka Vidal se sientan desde hoy en el banquillo de la Audiencia Nacional. La fiscal Blanca Rodríguez pedirá para cada uno de ellos 39 años de prisión por pertenencia a banda armada, dos delitos de terrorismo y otro de tenencia y transporte de explosivos.

Durante la sesión de hoy, los presuntos etarras han sido preguntados por el abogado de la AVT acerca del siniestro itinerario de la "caravana", en concreto, si pretendían hacer parada en la localidad de Morata de Tajuña, donde los presuntos islamistas del 11 M planearon, al parecer, la matanza.

En su escrito de conclusiones, la fiscal señala que los tres recibieron instrucciones directas en mayo de 2003 del etarra Gorka Palacios para atentar contra Baqueira Beret, colocando explosivos en las pistas de esquí. Para ello, les encargó recabar información sobre los lugares de acceso. Tras hacerlo, los tres, integrantes del comando Gaztelu volvieron a reunirse con Palacios, quien les instruyó en el manejo de explosivos y detonadores, entregándoles 200 euros para cometer la acción.

Sin embargo, el día del atentado les sorprendió un fuerte temporal que impidió la ejecución. Posteriormente, se reunieron con Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, que había sustituido a Palacios, detenido el 9 de diciembre de 2003. Éste les encargó un gran atentado en Madrid, una furgoneta bomba el 28 de febrero de 2004, dejando a su elección el lugar pero, en todo caso, con el objetivo de crear pánico en la ciudad. Los terroristas eligieron la zona de la Avenida de América.

Herido leve en accidente

El 28 de febrero de 2004, a las 9.00, Badillo y Vidal se reunieron de nuevo con Txeroki en Francia, quien les entregó una furgoneta cargada de explosivos, junto con una nota con instrucciones sobre cómo conectar los detonadores. Ese mismo día, iniciaron el camino a Madrid en dos vehículos, abriendo camino Badillo que iba de lanzadera, y Vidal en la furgoneta bomba. Los procesados no lograron su objetivo de colocar la furgoneta bomba en Madrid porque Badillo sufrió un accidente sobre las 21.30 de ese día, en el término municial de Taravilla (Guadalajara) y resultó herido leve. Vidal tuvo que recogerle en la furgoneta y trasladarle a un pueblo próximo para ser asistido.

Ingresó en el Centro Médico de Guadalajara y fue detenido a las 7.46 del día siguiente, una vez dado de alta. Por su parte, Vidal fue detenido a las 0.40 del 29 de febrero de 2004 por la Guardia Civil de la Comandancia de Cuenca, cuando circulaba en la furgoneta. Cuando le interceptaron, exclamó: "Me habeis pillado, soy miembro de ETA". Al inspeccionar el vehículo, los Tedax encontraron una carga de 506 kilos de explosivos casero de cloratita, 30 kilos de Titadyn de fabricación francesa y 90 metros de cordón detonante.

Los tres miembros del comando, tal y como les habían indicado los responsables de ETA en Francia, recababan información sobre personas o lugares, pertenecientes a colectivos de la sociedad, que son habitualmente objetivos de ETA. A Irkus se le acusa de informar a Palacios sobre un ertzaina con el que solía cruzar en Amorebieta (Vizcaya), un concejal del PSOE que vive en la localidad vizcaína de San Miguel de Basauri, una escolta de la Guardia Civil, el control de la Benemérita en Navarra y el cuartel militar de Jaca. Vidal propuso a la dirección de ETA atentar contra dicho cuartel y colocar bombas en ocho torres de la conducción eléctrica de Madrid, coincidiendo con la boda del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz, según la acusación fiscal.