Mauritania aceptaría el desembarco de los inmigrantes si luego son trasladados a Guinea Conakry

El secretario de Estado de Política Exterior, Bernardino León, viajó hoy, jueves, a Mauritania, según ha sabido la Cadena SER, para tratar de poner fin al drama que viven los 420 inmigrantes que llevan seis días hacinados en un barco averiado frente a las costas de este país. Al menos 40 de esos inmigrantes padecen diarrea y muchos de ellos llevan más de un mes vagando por el mar.

Según dijeron fuentes de Exteriores a la SER, Mauritania aceptaría en principio el desembarco de los inmigrantes si luego son trasladados a Guinea Cronaky, el pais del que salió el Marine I. Las autoridades de este último país están dispuestas a acogerlos en cuanto se demuestre que el puerto de origen fue guineano.

Cruz Roja y la Luna Roja de Mauritania seguirán suministrando la ayuda básica a los ocupantes del carguero. Cruz Roja entregó el jueves por la mañana un segundo envío de ayuda, consistente en 4.600 kilos de productos de primera necesidad como agua, kits higiénicos y que garantizan la autonomía de al menos 400 personas durante los próximos tres días.

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, ha reconocido en la SER la mala situación en la que se encuentran los inmigrantes. Segura ha descrito la situación: "Están como sardinas en lata, hacinados, en malas condiciones físicas y anímicas". Segura ha lamentado que estas personas hayan sido "explotadas por traficantes que les garantizan llegar a Europa".

El buque navegaba averiado cuando fue detectado a 500 millas de Canarias y Salvamento Marítimo lo llevó al puerto más cercano para que fuera auxiliado en virtud de un tratado internacional de auxilio al que Mauritania no está suscrito. El Ministerio de Asuntos Exteriores prosigue las negociaciones tanto con este país como con Senegal y Guinea Conakry para conseguir el desembarco de estos inmigrantes.