Los socialistas franceses buscan las razones de una tercera derrota consecutiva

La izquierda francesa sufrió ayer la tercera derrota consecutiva en una elección presidencial. Los socialistas franceses, desmoralizados y divididos a pesar del optimismo que irradió su candidata Ségolène Royal en la primera declaración pública, se preguntan ahora cómo encontrar el camino del éxito. Justo tras conocer los resultados, Dominique Strauss-Kahn, un alto dirigente del partido, calificaba con dureza la derrota y llamaba a refundar una "izquierda moderna". Otro capitoste socialista, el ex primer ministro Fabius, buscó el continuo fracaso del PS en la desunión de la izquierda.

"La izquierda está tan débil hoy porque no ha sabido renovarse", declaró Strauss-Kahn, antiguo ministro de Finanzas y derrotado por Royal en las primarias socialistas, nada más conocerse los resultados en TF1. "Es una derrota gravísima para la izquierda, la tercera vez consecutiva que perdemos una elección presidencial".

Los socialistas sólo han ocupado la presidencia de la V República durante los 14 años de mandato de François Mitterrand, entre 1981 y 1995.

Struss-Kahn, sin disimular sus ganas por liderar el cambio, criticó "el funcionamiento del Partido Socialista en los últimos cinco años", el período bajo la dirección de François Hollande. "El PS no ha sabido construir una izquierda moderna. La izquierda francesa no se ha renovado", añadió.

Al centro o a la izquierda

Los socialistas están divididos entre quienes pretenden acercar el partido al centro (Strauss-Kahn) y quienes prefieren aliarse con el conglomerado de toda la izquierda, como el ex primer ministro Laurent Fabius, colocado en el ala más izquierdista.

"La bandera de la izquierda está por los suelos", dijo Fabius al conocer los resultados. "Hay que levantarla. Y para eso, es fundamental juntar a la izquierda para que no dude sobre la estrategia común". Fabius también compitió por la candidatura socialista en las últimas primarias.

Una campaña poco ortodoxa

La campaña de Royal fue considerada heterodoxa por la cúpula del partido. Su figura emergió muy recientemente, con el entusiasmo popular en torno a su carisma casi como único apoyo, y sorprendió a muchos con propuestas alejadas tradicionalmente de los socialistas.

Tras la derrota, Royal confirmó en un discurso lleno de fuerza y esperanza que sigue en la batalla: "Siguo con vosotros en primera línea", dijo. Jack Lang, otro veterano del partido, la defendió.

"A pesar del respeto que le tengo a Satrauss-Kahn, no le puedo permitir que hable de esa manera. Es cierto que la izquierda necesita un cambio... pero no mirando al pasado sino al futuro", dijo Lang.

La unidad del PS se pondrá a prueba en las elecciones legislativas de junio. ¿Será Royal quien lleve de nuevo sobre sus espaldas el peso de la campaña?