Papel para llenar tres veces el Camp Nou

El despilfarro de papel en las empresas europeas sigue existiendo. Así, según un estudio de Samsung las compañías no están dando los pasos adecuados para reducir el número de documentos impresos con el consiguiente gasto de papel y tóner. Tal es así, que en 2008 se hubiesen llenado tres veces el Camp Nou de Barcelona con el papel impreso en los hogares y centros de trabajo de Europa.

Más información

• El Iphone te lleva de compras
• 650.000 hogares españoles se ejercitan con 'Wii Fit'
• El satélite ''SMOS'' despega con éxito de la estación espacial
• Yahoo! y Microsoft aplazan a 2010 su alianza en Internet
• Transmisiones 'cerebro a cerebro' a través de Internet
• ¿Tiene miedo a volar? Aprieta el 'botón de pánico' de su iPhone
• Twitter en español: del "What are you doing?" al "¿Qué estás haciendo?"
• Windows 7 es vulnerable a ocho de cada diez virus

Samsung recordó que hoy en día existen mecanismos para recudir con facilidad el volumen de papel que utilizan. Así, según los datos de la encuesta, sólo el 11 por ciento de las empresas han instalado impresoras que sólo pueden utilizarse con una clave PIN para realizar un seguimiento del material impreso creado por departamentos y por usuarios.

Las empresas de Italia son las que controlan más el gasto de recursos, aunque únicamente un cuarto de ellas utiliza impresoras con claves PIN o tarjetas especiales para autorizar el acceso. En España, casi cuatro de cada cinco organizaciones no están poniendo en marcha tecnologías básicas para reducir la cantidad de documentos impresos y tan solo una de cada cuatro cuenta con una impresora con clave PIN para realizar el seguimiento de copias realizadas.

Por su parte, Suecia es el país donde menos se utilizan estas soluciones, ya que tan sólo de cada diez encuestados ha afirmado tenerlas instaladas en sus organizaciones.

Por otra parte, el 69% de los trabajadores dicen que prefieren leer documentos en papel en vez de hacerlo sobre la pantalla de un ordenador. Curiosamente, el 73% de los encuestados menores de 35 años mostraron estar más dispuestos a leer documentos en papel.