
Los peligros de las cirugías vaginales
La intervención quirúrgica podría aumentar los problemas sexuales al dañar los nervios del área, afectando la sensibilidad y la satisfacción sexual
Un estudio advierte de la falta de información sobre los riesgos de la cirugía estética vaginal, una práctica cada vez más popular. La investigación -publicada en una revista especializada británica- cuestiona, además, los fundamentos éticos de someter los genitales a criterios estéticos, recoge la BBC.
Las operaciones quirúrgicas para mejorar la apariencia de los órganos sexuales por motivos físicos o psicológicos están aumentando en Reino Unido.
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Ante este fenómeno, investigadores del University College de Londres revisaron todos los estudios que existen sobre cirugía estética vaginal, y encontraron que no se ha hecho mucho esfuerzo en documentar los efectos secundarios que puede tener a largo plazo.
Sin embargo, algunos cirujanos plásticos opinan que las advertencias del citado informe exageran los riesgos de un procedimiento que se practica en este país desde hace años.
Los riesgos
El número de mujeres que se someten a operaciones estéticas vaginales en el Reino Unido se desconoce porque la mayoría se realizan en el ámbito privado.
Pero en 2008 estos procedimientos aumentaron en el servicio público de salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) un 70% -a 1.118 casos- en comparación con el año anterior.
La ginecóloga Sarah Creighton y la psicóloga Lih-Mei Liao -autoras de la investigación- cuestionan el valor ético de ofrecer cirugía para resolver ese tipo de inseguridades.
Según los numerosos estudios que fueron examinados por las investigadoras, las principales razones para la cirugía son: insatisfacción por el aspecto de la vagina, baja autoestima y dificultades sexuales.
Sin embargo, la doctora Creighton encuentra que lejos de aliviar los problemas sexuales, la intervención quirúrgica podría aumentarlos al dañar los nervios del área, afectando la sensibilidad y la satisfacción sexual.
También podrían tener problemas en el parto -desgarros y hemorragias- similares a los que pueden enfrentar quienes han sufrido mutilaciones genitales.
Por inseguridad y presión social
Las intervenciones más frecuentes consisten en reducir el tejido de los labios vaginales y cuestan alrededor de 5000 dólares en el sector médico privado.
Se ofrecen como solución a distintos problemas: algunas mujeres se quejan de que se sienten incómodas al usar ropa ajustada o al montar en bicicleta, mientras que otras dicen sentirse avergonzadas delante de sus compañeros sexuales, recoge la Cadena.
Según las expertas, lo que causa tales ansiedades es la presión social y la publicidad de "una apariencia genital homogeneizada y prepúber".
En contraposición, el ex presidente de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos, Douglas McGeorge, rechaza de plano la comparación con la ablación del clítoris.
"Se trata esencialmente de remover un poco de carne flácida y de dejar unos labios con aspecto elegante. La intervención no afecta la función sexual", explica a la BBC McGeorge.
