Planet 51, a conquistar Hollywood
La película, la más cara de la historia del cine español, está preseleccionada a Mejor Animación en los Oscar
Este fin de semana se estrena en Estados Unidos la española Planet 51 y lo hace a lo grande, con 3.500 copias y una expectación digna de una de las producciones del género como las de Disney, Pixar o Dreamworks. Se trata de la producción más cara de la historia del cine español con una inversión de 55 millones de euros que llegará a los cines españoles el próximo 27 de noviembre.
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La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde quiso mostrar su apoyo a la película de animación española Planet 51 con una visita a los estudios Ilion, responsables de su creación. En su visita estuvo acompañada por el productor Ignacio Pérez Dolset y Jorge Blanco, Javier Abad y Marcos Martínez, directores de la cinta que ya está preseleccionada para el Oscar a la mejor película de animación.
"Han hecho una apuesta muy correcta y valiente y en cierto modo inevitable, porque el sector de la animación es muy competitivo, muy duro y hay que ir a por todas", afirmó la ministra tras su visita. "Durante más de siete años desde que lanzaron el proyecto Ilion ha dado trabajo a muchas personas y esta decisión empresarial, esta inversión, requiere un apoyo específico", apostilló recordando que los estudios han hecho "una apuesta muy firme de gestión, con recursos inmensos, han buscando socios y han seguido el camino correcto".
Según González-Sinde elogió la capacidad y el "talento" de la animación española "que está creciendo mucho en los últimos años". "La animación es un sector en el que creo mucho, tiene mucha rentabilidad para el país, y dentro del cine es el que genera más empleo estable", dijo.
Asimismo, recordó que muchos profesionales de este ramo "trabajan en los grandes estudios de Hollywood y es gente muy joven que tiene un componente de innovación, tecnología e investigación", indicó.
Aunque el ciudadano desconozca que películas como ésta son enteramente españolas y no americanas o japonesas, González-Sinde opinó que eso "no es malo". "Está bien que se mantenga esa magia y ese misterio alrededor de los personajes de dibujos animados. Una de las características de la animación es que es un producto que se vende internacionalmente, viaja muy bien y lo puede ver igual un niño de Corea que otro mexicano. Además tiene una venta mucho más larga en el tiempo porque cada generación de niños vuelve a ver 'Blancanieves' por primera vez. Y lo que genera alrededor también es mucho", puntualizó.
Un largo proceso
Durante su recorrido por los estudios Ilion, la ministra de Cultura pudo ver como esta compañía ha desarrollado una herramienta de animación facial, considerada la más adelantada del mundo, y que "permite al animador poner la expresión que quiera al personaje gracias a más de 400 controles", le explicó Juan Solís.
Asimismo, Ángeles González-Sinde tuvo ocasión de comprobar cómo se trabajan los personajes grabándose los propios animadores a sí mismos para el desarrollo de los movimientos. "Es una manera rápida de decirle al director si le gusta o no y así nos sentimos un poco actores", le comentó Isaac Fernández. Este animador es uno de los muchos que trabajan en Ilion. Entre 10 y 12 de ellos pueden dedicarse a un mismo personaje y llegan a realizar en una semana 3 minutos de animación lo que da una idea de la dedicación de este trabajo.
La utilización de parámetros reales para realizar estos efectos permiten así hacer "creíble la película", como le comentó Pérez Dolset y se da la circunstancia de que estos profesionales pueden haber estado trabajando un mes entero en una simulación concreta que luego durará tan solo un segundo.
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