El ministro italiano de cultura, Sandro Bondi, supera la moción de desconfianza de la oposición

El ministro italiano de cultura, Sandro Bondi, ha obtenido la confianza del parlamento italiano y no deberá presentar su dimisión.

Con 22 votos de diferencia la mayoría conservadora de Silvio Berlusconi ha rechazado la moción, gracias a los 21 votos de los tránsfugas que en las últimas semanas han abandonado formaciones minoritarias para formar el nuevo grupo parlamentario 'Iniciativa Responsable' de apoyo al ejecutivo.

Con estos últimos fueron 314 los diputados de la derecha presentes en la Cámara en el momento de la votación, mientras que de los 316 de los partidos opositores necesarios para ganar la moción dos se han abstenido y 22 estaban incompresiblemente ausentes. Según fuentes del Partido Democrático al menos 5 estaban enfermos. Solo el ex ministro de la Defensa, Arturo Parisi, quiso dar ejemplo y acudió a votar a 39 de fiebre.

"Fracasa el último asalto al gobierno" ha titulado el diario Il Giornale de Milán, propiedad de la familia de Silvio Berlusconi. Desde hace varios meses el primer ministro italiano insiste en la existencia de un teorema para eliminarlo políticamente, una conspiración de todos sus adversarios y una persecución judicial sin fundamento.

Sin embargo la oposición acusa al ministro Bondi de gestión desastrosa al frente de la política cultural del país y de reducir las inversiones de forma drástica e injustificada toda vez que disponía de suficiente presupuesto. Todo ello en perjuicio de la industria del cine, del arte, de los museos y de las áreas arqueológicas. Como consecuencia algunos de los grandes monumentos del país han sufrido un deterioro sin precedentes.

El derrumbamiento de la Domus (casa) de los Gladiadores en el parque arqueológico de Pompeya fue detonante de la alarma que motivó la moción de desconfianza de todos los partidos de la oposición.