La violencia entre los seguidores de Mubarak y la oposición marca una inflexión en la crisis

Los enfrentamientos que han mantenido este martes partidarios del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y opositores en la plaza Tahrir han marcado un punto de inflexión en la crisis política en la que lleva inmerso Egipto desde hace nueve días

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La erupción de la violencia ha sumido al centro de El Cairo en el caos ante la indiferencia de los militares, apostados en sus tanques, y la ausencia total de policías, que estos días limitan sus funciones a dirigir el tráfico y custodiar algunas embajadas. Al menos tres personas han muerto y más de 1.500 han resultado heridas en las refriegas, aunque de ellas sólo cuatro se encuentran en estado grave, según ha dicho a la televisión pública el ministro de Sanidad, Ahmed Sameh Farid, quien ha añadido que ambulancias custodiadas por el Ejército han entrado en la plaza Tahrir para evacuar a los heridos.

La violencia estallaba sobre las 12.00 hora local (10.00 GMT), cuando miles de defensores de Mubarak se acercaban a los accesos de Tahrir para encararse con contrarios e intentar desalojarlos de la plaza con palos y barras de hierro. Tras unos momentos de tensión, en los que se intercambiaron insultos por medio del fino cordón de civiles y militares que intentaba separar a los dos bandos, comenzó una lluvia de piedras en ambas direcciones que hirió en la cabeza a muchas personas, desalojadas inmediatamente de la plaza. Muchos otros sufrían cortes y magulladuras al caer al suelo encima de cristales o al ser arrollados por la turbamulta.

El principal foco de las refriegas se ha situado en el acceso a Tahrir ubicado delante del Museo Egipcio, donde se han concentrado miles de partidarios gubernamentales, cuya cifra ha ido creciendo sin cesar a lo largo de la jornada hasta alcanzar al menos los 10.000. Llegaban a caballo y en camello, en barcas por el Nilo o directamente en sus coches, tocando el claxon y gritando: "¡No se va, no se va!". La mayoría eran varones jóvenes, pero también había mujeres, ancianos y familias, que se mantenían a una distancia prudencial.

En cuanto ha oscurecido, ha comenzado el lanzamiento de cócteles molotov en la plaza, que han originado incendios que los militares trataban de sofocar con mangueras y que alcanzaban el Museo Egipcio, aunque las autoridades desmentían posteriormente que este recinto hubiese sufrido un incendio, como había informado la televisión Al Yazira. Después de una relativa tregua desde las 20.00 hora local (18.00 GMT) hasta las 22.00 hora local (20.00 GMT), los choques se reanudaban con dureza, y en ellos los defensores del mandatario arrojaban desde la calle y desde algunos edificios cócteles molotov a los manifestantes, que respondían con piedras.