Dos caras de un mismo referéndum

Zakaria Khatla tiene 28 años, vive en Rabat, trabaja de contable y se declara como musulmán practicante. En el referéndum, escogió la papeleta blanca, la del sí. Zineb Jamal Eddine es el nombre en clave de una periodista de 34 años, no religiosa, que vive en Casablanca. Al contrario que Zakaria, ella escogió la papeleta azul, la del no.

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Zakaria forma parte del 98,5% de los marroquíes que ha secundado la reforma constitucional de Mohamed VI. Zineb, del 1,5% restante que ha rechazado el proyecto. Dos caras de una misma consulta popular.

¿En qué basas tu decisión del voto?

Zakaria Khatla.- Es un paso hacia la democracia de verdad. Marruecos es un país que tiene casi un 50% de analfabetismo, por lo que no podemos luchar por una monarquía parlamentaria antes de tiempo.

Zineb Jamal Eddine.- Todo sigue igual, parece una gran broma y por eso he votado que no, porque son principios, aunque haya avances no es suficiente, tenemos que seguir para adelante. Por otra parte, las cifras de apoyo al sí son exageradas, estamos volviendo a tiempos pasados, la verdad es que es muy triste. Además, la campaña ha durado solo 10 días para no dar tiempo a la gente a leer y entender la Constitución, porque no les interesa, por supuesto; querían el sí y eso se entendió con la propaganda que desplegaron después del discurso, fue algo enorme.

¿Piensas que con esta Constitución se establece una verdadera separación de poderes, como promete el texto?

Z.K.- Habrá que ver qué papel desempeña el nuevo presidente del Gobierno con las nuevas competencias que se le han asignado.

Z.J.E.- Por supuesto que no. El rey sigue presidiendo el Consejo de Ministros, el Consejo Superior del Poder Judicial, es el jefe de las Fuerzas Armadas, continúa presidiendo el Consejo de Ulemas (estudiosos de la Ley Islámica) y sigue siendo una persona inviolable. Antes era sagrado y ahora inviolable, pero en realidad es lo mismo, son las palabras las que han cambiado.

¿Cuál es tu opinión con el hecho de que el rey siga siendo el líder religioso de los musulmanes marroquíes así como del papel que desempeña la religión en la nueva Carta Magna?

Z.K.- La religión en su poder está bien, porque mejor en sus manos que en las de los islamistas. Yo no creo que el Parlamento saque una ley que vaya en contra del islam porque Marruecos es un país musulmán que tiene diferencias culturales. Ha vivido con los cristianos, con los judíos y no tenemos ningún problema.

Z.J.E.- Seguimos siendo un país musulmán que respeta la libertad de culto de las demás religiones pero yo no tengo derecho a decidir si quiero ser musulmana o no, si quiero practicar o no, esto no ha cambiado; me hubiese gustado que se hubiese escrito en la Constitución la libertad de conciencia, dentro de un país musulmán, pero que cada uno sea libre de hacer lo que quiera.

¿Qué piensas del Movimiento del 20 de febrero y las demás organizaciones que han apelado al boicot/abstención en este referéndum?

Z.K.- A mí no me representan y casi todos los marroquíes, cuando hablas con los jóvenes, dicen lo mismo, aunque es cierto que han provocado un cambio.

Z.J.E.- Al no votar ya no tienen argumento, antes decían que hablaban en nombre del pueblo, ahora ya no lo pueden decir, aunque yo seguiré apoyándoles. Todo el mundo sabía que los que iban a votar lo iban a hacer por el sí. El rey dijo al pueblo que él iba a votar que sí y aquí en Marruecos todo el mundo sabe que si el rey dice algo todo el mundo le sigue. El boicot no está considerado aquí en Marruecos y por eso creo que la mejor manera de protesta hubiera sido pedir a la gente que votara que no, para que realmente se viera una diferencia.

¿Hacia dónde se dirige Marruecos con esta nueva Constitución?

Z.K.- Hacia el desarrollo, es un paso hacia la democracia de verdad. Será a largo tiempo, unos 10 años, porque esta nueva Constitución va a provocar que nosotros, los jóvenes, tengamos que pedir más. Se tiene que acabar con los líderes de siempre y cambiar el sistema educativo y el de salud; ésta es la lucha ahora para poder hablar de una democracia de verdad en el futuro.

Z.J.E. Hacia una transición democrática que está durando muchos años. Es un país que va bien si lo comparamos con otros, pero no voy a hablar de la "excepción marroquí". Sin embargo no lo podemos comparar con otros países como Túnez, Egipto...donde hay caos; aquí no, Marruecos, por lo menos, es un país estructurado. Una cosa buena de todo esto es que en los medios de comunicación, ahora se puede hablar claramente, se dicen cosas que hace muy poco tiempo no se podían decir, eso por lo menos yo lo veo un buen paso. Marruecos seguirá desarrollándose, pero a nivel legislativo, aquí tiene que haber mucha más aplicación. Debe haber de verdad un respeto de las leyes. Espero que dentro de pocos años podamos volver a cambiar cosas de esta nueva Constitución.

¿Cómo ves que esta nueva etapa que vive Marruecos puede afectar al resto de países árabes?

Z.K.- Nuestro país puede ser un modelo pero es difícil porque nosotros somos un país que tiene un rey. La mayoría de los otros países árabes son repúblicas. Es difícil porque nosotros tenemos a nuestro líder, a nuestro jefe. Ellos hasta ahora no tienen ningún jefe.

Z.J.E.- Yo creo que Marruecos para los países árabes puede ser un ejemplo en este sentido y puede que todo esto que está pasando influya y espero que bien, pero no es suficiente.