Internacional

El asesino de Utoya quería matar a la ex primera ministra noruega, Gro Brundtland

Breivik comparecerá ante un juez este lunes que intentará saber cuáles fueron sus motivos para llevar a cabo los ataques

Miles de flores en homenaje a las víctimas de los dos ataques de Oslo en la catedral de la capital noruegaREUTERS/Berit Roald/Scanpix

El presunto responsable del atentado de Oslo y la matanza de Utoya, Anders Breivik, ha confesado a la Policía que su objetivo era asesinar a la ex primer ministra Gro Harlem Brundtland, que dio un discurso en la isla el mismo día del ataque y que abandonó el lugar poco antes de que Breivik llegara, según ha informado el diario noruego Aftenposten.

Portada del diario 'El País'

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Brundtland encabezó tres legislaturas laboristas en los años ochenta y noventa y es conocida como 'La madre de la nación'. "Breivik tenía planeado ir a Utoya durante la visita de Brundtland, pero ha declarado que llegó con retraso", ha señalado el diario, que cita a fuentes anónimas. El diario señala que Breivik quería "golpear a Gro".

Brundtland, una médico educada en Harvard, es conocida por sus políticas sociales y fue presidente de la Organización Mundial de la Salud entre 1998 y 2003.

Declaración ante el juez sin presencia de medios de comunicación

El presunto autor del doble atentado en Noruega, Anders Behring Breivik, será presentado ante el juez instructor del caso sin la presencia de medios, según cuenta el diario local VG, contrariamente a la intención del detenido de dar repercusión mediática a su declaración.

Breivik, de 32 años y definido como un fundamentalista cristiano, islamófobo y ultraderechista, ha admitido su participación en la masacre en interrogatorios policiales, donde calificó su matanza de "atroz, pero necesaria".

Según explicó su defensa, Breivik había manifestado asimismo su disposición a ofrecer este lunes una amplia declaración ante el juez, para la que deseaba, además, la presencia de los medios.

En toda Noruega se guardará un minuto de silencio por las 93 víctimas mortales del doble atentado, ocurrido el viernes en el complejo gubernamental de Oslo, seguido de la matanza en un campamento de las juventudes socialdemócratas en la isla de Utøya.

Usó munición prohibida en las guerras

El presunto autor de la masacre usó un tipo de munición especial, prohibida en las guerras, para causar la mayor matanza posible en su ataque al campamento juvenil, según un médico que ha atendido a las víctimas.

En una entrevista en la edición digital de VG, el cirujano jefe del hospital Ringerike, Colin Poole, que ha tratado a 16 heridos en el tiroteo de la isla de Utøya, aseguró que el agresor empleó las denominadas balas expansivas o "dum-dum", que tienen los extremos (la punta y el culote) huecos para que el núcleo se fragmente en el impacto. "Esas balas más o menos explotaban dentro del cuerpo de las víctimas. Las heridas internas que tenían eran absolutamente terribles", explicó Poole.

 
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