"Sigue habiendo países que proporcionan armas y apoyo económico a Siria"

Leila Nachawati es una periodista de padre Sirio. Vive la revolución desde Galicia, donde reside, y está pendiente de todo detalle que suceda en el país árabe. No ha podido trabajar para medios sirios porque "todos están controlados por gobierno".

¿Cómo tratan este conflicto los medios sirios?

Estos gobiernos tienen un monopolio de medios de comunicación. Así han podido mantenido estas dictaduras, con ese silencio mediático entorno a sus violaciones de los DDHH. Se han ocupado de mantener desplegado un fuerte aparato de propaganda, gran aliado de los regímenes autoritarios. En el caso de Siria, hay uno de los mayores monopolios de comunicación, es un sistema de telecomunicaciones muy poco desarrollado pero es uno de los más contralados y regulados del mundo.

Pero los sirios tienen otros medios para informarse y, sobre todo, informarnos a los que no podemos estar ahí...

Los ciudadanos comparten información mediante redes sociales de lo que realmente está sucediendo en Siria. Mientras nosotros estamos recibiendo esos contenidos, el gobierno en sus medios y canales oficiales comparte noticias tachando a los manifestantes de terroristas, de agentes espías extranjeros al servicio de Israel y EEUU, todo para desestabilizar el país.

Primero ha sido Ben Alí, después Mubarak, luego vino el asesinato de Gadafi, ahora vemos como Saléh deja el poder... ¿Cree que Bassar Al Asad será el siguiente?

Creo que en gran medida ya ha perdido la legitimidad que tenía. Durante 40 años este régimen no se ha cuestionado, no ha habido prácticamente ningún medio de comunicación internacional, ni tampoco gobiernos de la comunidad internacional que cuestionaran este régimen a pesar de que las violaciones a los Derechos Humanos no son nuevas. Nunca se han referido a gobiernos como el de Siria como dictaduras, como gobiernos represivos, se hablaba de ellos como Republicas, monarquías, cuando estas republicas y monarquías de oriente medio y norte de África encubren regímenes que han ejercido una represión brutal y asfixiante sobre su pueblo.

Es una victoria en sí que se haya roto esa barrera que protegía a estos gobiernos. Aunque creo que Al Assad todavía no es consciente de hasta qué punto ha perdido la legitimidad.

La liga árabe le volvió a dar un segundo ultimátum a Bashar Al Assad para que ponga fin a la violencia que está ejerciendo sobre la población siria. ¿Por qué cree que no toma ya medidas?

Lo sorprendente en realidad no es que la liga árabe tarde en reaccionar sino que lleguen en reaccionar. La Liga Árabe siempre ha sido lenta y aparatosa en tomar decisiones cualquier tipo de decisión. Los gobiernos que la forman no se caracterizan precisamente por la trasparencia ni por su respeto a los derechos humanos. Lo que parece tan neutral es que haya sido la Liga Árabe y no la UE la que realmente haya ejercido este tipo de presión, con lo difícil que es para esta institución sacar adelante este tipo de decisiones, ya ha hecho más que Europa.

¿Hablaríamos entonces de una intervención militar internacional?

Es el pueblo sirio el que debe decidir qué tipo de ayuda necesita. En cualquier caso no se han agotado todas las vías diplomáticas como para hablar de una intervención militar. Sigue habiendo países que proporcionan armas y apoyo económico, logístico, diplomático... países como Rusia o China.

¿Se está preparando ya una transición hacia una democracia?

Hay unas alternativas que se están articulando desde el exilio. Pero no es fácil porque hay mucha presión, es un país donde la libertad de asociación no existía, por eso creo que necesitan un margen para asimilarlo. Por eso es importante un mensaje claro internacional que contribuya a deslegitimar a este régimen para que no cause más dolor del que ya ha causado.