El Barcelona demuestra ante el Sporting que sabe ganar sin Messi

Guardiola ya lo advirtió. Sin Messi, "los jugadores darán un paso adelante". Y los azulgranas no fallaron a su técnico. El Barcelona monopolizó por completo el balón ante un Sporting de Gijón que, como ya vaticinó su entrenador, Javier Clemente, se aferró al "uno por ciento de posibilidades" que concedió a los suyos el técnico vasco

La primera parte fue un paradigma del juego que practican ambas escuadras. Por parte del Barcelona, posesión, posesión y más posesión. Embestidas por la izquierda, por la derecha, por el centro, para mostrar el amplio repertorio de alternativas que atesora y así explorar el flanco más débil del Sporting. Sin embargo, el equipo asturiano no mostraba flaqueza alguna. Javier Clemente armó un acorazado en el que seis de sus jugadores defendían en línea en la frontal del área.

El tradicional planteamiento azulgrana vio sus primeros frutos en el minuto 9, cuando Pedro recibió en el área para batir a Juan Pablo, eso sí, en fuera de juego. Primer susto de un Barcelona que, con Messi en la grada por acumulación de tarjetas, dejó en manos de Cesc Fàbregas la batuta de un ataque en el que le acompañaron Isaac Cuenca y Pedro Rodríguez. Un tridente que apenas sí debilitó la fortaleza sportinguista. Fue Adriano quien protagonizó la segunda avanzadilla azulgrana con una internada desde mitad de campo que estuvo a punto estuvo de quedar grabada en las retinas culés.

Cuatro minutos después de la primera gran jugada de Adriano, Gálvez derribó en el área a Dani Alves, y la situación se resolvió en un saque de puerta que apenas discutieron los azulgranas. Fue entonces cuando el Sporting realizó su primera internada en el área azulgrana con una jugada en la que Mendy no supo definir ante la meta de Víctor Valdés.

Y mientras en el área azulgrana apenas tenía visitas por parte de los jugadores de ambos combinados, la acumulación de efectivos en torno a la portería de Juan Pablo era tal, que los 'pequeños' genios azulgranas apenas si conseguían atisbar resquicio por el que batir al portero leonés. El Barcelona tan sólo encontraba vía libre cuando birlaba el balón en la salida del Sporting. Fue en una de estas cuando Adriano realizó su segunda incursión ofensiva para conseguir desbaratar la fortaleza sportinguista en una combinación con Keita, que le permitió dejar el balón a Iniesta que, a puerta vacía, inauguró el electrónico.

Este fue todo el rédito con el que el Barcelona pudo marcharse al túnel de vestuarios tras las múltiples acometidas sobre la meta de Juan Pablo, que contuvo la respiración viendo cómo Cesc mandaba fuera la última ocasión azulgrana. La segunda mitad comenzó con sobresaltos para los de Pep Guardiola. Gerard Piqué tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 46 tras ver la tarjeta roja al derribar a De las Cuevas en en el borde del área, en una jugada defensiva en la que Velasco Carballo interpretó que el barcelonés era el último hombre en defensa.

Clemente supo interpretar a la perfección la situación y dio entrada a David Barral que, no solamente lanzó la falta, sino que además sorprendió al Camp Nou cuando aprovechó la internada de Mendy para batir a Valdés y poner las tablas en el marcador. El gol dio alas a un Sporting que tomó consciencia de sus posibilidades para revertir el planteamiento defensivo y comenzar a merodear el área azulgrana.

El partido adquirió un ritmo frenético. Guardiola apostó por sumar pólvora a su planteamiento y dio entrada a Tello y Alexis. El delantero chileno tuvo en sus botas el poner a los suyos por delante pero no supo aprovechar el regalo de Andrés Iniesta. La espiral en la que entró el encuentro concedía a los espectadores un espectáculo en el que balones despejados por Valdés acababan por convertirse en ocasiones de gol para los suyos y en el que se sucedían los balones largos a Mendy en busca de la sorpresa. Y por si los golpes entre ambos púgiles no sumaran la suficiente emoción al encuentro, Velasco Carballo acabó por atribuirse el protagonismo al no señalar otro penalti en el área sportinguista, donde un defensa despejó con su mano el balón.

Las protestas azulgranas apenas sí se dejaron notar y el juego continuó. Los azulgranas continuaron asediando el área del Sporting. Pero no fue hasta el minuto 78 cuando Seydou Keita sacó de su chistera uno de esos disparos con los que ocasionalmente sorprende a los culés, para hacer imposible la estirada de Juan Pablo. Una obra de arte que daba al traste con la muralla construida por Javier Clemente en torno a su guardameta que, a falta de dos minutos para el final, asistió como espectador de lujo a la sentencia de los azulgranas. Un eslalon genial de Iniesta acabó en un pase magistral para el otro 'loco bajito', Xavi Hernández, que engañó a Juan Pablo y permitió a los suyos respirar tranquilos.

En la grada, Leo Messi miraba con atención la reacción de sus compañeros, que aprovecharon a la perfección la ausencia del astro argentino y la presión a la que les sometió el Sporting para reivindicar su papel en el equipo y mandar un mensaje a su técnico para que firme su renovación con el club azulgrana.

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