
La Universidad de Castilla-La Mancha subasta este lunes 500 ovejas de "renombre"
Los recortes han forzado a la institución académica a renunciar a la finca Galiana donde investigadores y alumnos venían realizando trabajos y prácticas, en los últimos doce años
La finca Galiana de 630 hectáreas mantiene además de cabañas ganaderas, cultivos experimentales, almazara y bodega, donde muchos profesores y estudiantes han realizado sus investigaciones y prácticas.
Los recortes han llevado a la Universidad de Castilla La Mancha agobiada por el ajustado presupuesto -53 millones de euros menos este año- a renunciar a una de sus piezas más apreciadas en materia de investigación, la finca Galiana -ubicada a 2 kilómetros de la capital- donde en los últimos doce años ha venido desarrollando una importante labor docente.
Mientras se negocia la 'devolución' del terreno -630 hectáreas- propiedad de la Diputación de Ciudad Real, este lunes sacará a subasta cerca de 500 cabezas de ganado ovino. La Universidad no ha tenido más remedio, dentro de lo que ha denominado plan de ahorro que recurrir a la venta de estas ovejas, que en las últimas semanas, han recibido la visita de numerosos ganaderos, teniendo en cuenta que se trata de una especie muy apreciada "por el renombre" que tiene según indica la directora de la finca, Pilar Ruiz. Asegura que "es una ganadería muy bien cuidada, libre de brucelosis, con todos los mismos.
Se ha tenido mucho esmero en el tratamiento de los animales tanto desde el punto de vista genético como higiénico en la selección que hemos llevado a cabo". Este viernes se han cerrado las plicas para acceder a la subasta que se organizará en cuatro lotes cuyo precio oscilará entre los ochenta y cien euros por cabeza, aunque las corderas de menos de doce meses, salen a un precio mayor: entre 150 a 180 euros
El presidente de la Corporación, Nemesio de Lara, ya ha advertido que la institución provincial no quiere gestionarla. Declara que "estamos para ayudar a los ciudadanos a los que lo están pasando peor; no queremos ser ganaderos ni bodegueros no es nuestro cometido. No es descartable que una vez que se produzca la reversión optaramos por el arrendamiento e incluso la venta de la finca". Ambas instituciones ya han iniciado la negociación para el traspaso con el compromiso de que los trabajadores de la finca se reincorporarán a la plantilla de la Diputación.
