Montoro defiende sus "austeros y realistas" presupuestos contra el "engaño socialista"

El Gobierno ha hecho suya la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Y el encargado de llevarlo a cabo, durante el debate a las enmiendas de totalidad a los Presupuestos Generales del Estado desde la tribuna del Congreso, ha sido su propio autor: el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Cristóbal Montoro ha defendido sus "austeras y realistas" cuentas y no ha dudado en arremeter duramente contra el anterior Ejecutivo. Un Gobierno socialista que, a juicio de Montoro, "anticipó las elecciones para no hacer estos presupuestos".

El titular de Hacienda se ha vuelto a referir a sus cuentas como "los presupuestos más austeros de la democracia" y ha manifestado que espera "que sean los más realistas, para superar la situación que estamos viviendo". Montoro cree que "una crisis excepcional exige respuestas de crisis, que pretenden ser un instrumento eficaz".

"Estos presupuestops que traemos a esta cámara", ha afirmado el ministro, "son austeros y si quieren, difíciles, pero los traemos para que vuelva la confianza en España".

Se trata, según Montoro, de "cuentas claras y transparentes". "¡Qué difícil suenan estas palabras a los oídos de algunos!", ha sentenciado. El ministro de Hacienda ha aprovechado para referirse a su Gobierno como uno "que siente el respaldo mayoritario de la sociedad, que ha recibido un mandato de la sociedad, y que también es consciente de la herencia que recibe".

Las diez enmiendas de totalidad presentadas por los grupos parlamentarios a los Presupuestos Generales del Estado de 2012 se debatirán en el Congreso este martes y este miércoles, con la seguridad de que no saldrán adelante por la mayoría absoluta del PP.

Diez formaciones han presentado enmiendas a la totalidad en el Congreso: PSOE, CiU, La Izquierda Plural (IU-ICV/EUiA-CHA), PNV y UPyD, y dentro del grupo Mixto, Amaiur, Coalición Canaria, ERC, BNG y Compromis (no lo han hecho UPN, Foro y Geroa Bai), que piden la devolución de los presupuestos por considerar que aumentarán la recesión y la destrucción de empleo, motivos a los que los nacionalistas añaden la queja de que perjudican a sus autonomías.