
Hollande llama a su puerta
Los socialistas franceses se movilizan para captar el voto indeciso con una campaña puerta a puerta en todo el país

El candidato socialista a la presidencia de Francia, Francois Hollande, en su último gran mitin de la campaña electoral / REUTERS/Jacky Naegelen
"Buenos días, somos del equipo de campaña de Hollande". Impertérritos, los tres voluntarios del Partido Socialista sonríen a un hombre en calzoncillos que abre la puerta de su casa, igualmente impasible. "Voy a votar por él", responde sonriente.
Será el único voto a favor de Hollande que encuentren en este edificio de viviendas sociales al norte de París. Pero de eso se trata, dice Valerie. "No buscamos que la gente cambie de opinión, eso es imposible e indeseable. Buscamos a los abstencionistas, a los que están de acuerdo con nosotros pero no quieren votar".
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El Partido Socialista ha tomado la idea de la campaña presidencial del Partido Demócrata que llevó a Obama a la victoria. Comenzaron el 'puerta a puerta' en las primarias, y lo han sistematizado en estas elecciones presidenciales. Creen que ya surtió efecto en la primera vuelta, y que lo hará de nuevo este domingo. Las encuestas calculan que hay al menos un 10% de indecisos.
Eligen la hora cuidadosamente, para encontrar a los votantes en casa sin molestarlos. "Salimos a las seis de la tarde, y estamos un máximo de dos horas, después de las ocho es demasiado tarde". Para algunos cualquier hora es mala. "Váyanse a hacer gárgaras con la campaña de Hollande", les grita desabrida una señora detrás de la puerta. "Siempre te reciben mal", cuenta Nicolás, un joven militante de 23 años, "pero nosotros seguimos sonriendo, porque vamos a ganar".
"Lo hago por convicción política". Enrique, médico de 60 años, de origen chileno, es otro de los voluntarios. "El candidato no me gusta mucho, pero hay que apoyarlo". Llamar a las puertas en busca del voto no es tarea fácil. "Tenemos muy buen recimiento de la gente de origen extranjero", continua Enrique, "los jóvenes no se interesan, en general no quieren votar, y los franceses pobres dicen "no gracias, no quiero nada", y cierran la puerta. Quizá votan por Le Pen".
