La oposición Siria pide al mundo detener el baño de sangre
La matanza de más de 200 personas en Trimsah es la peor desde que comenzaron las protestas
Dentro y fuera de Siria, la oposición ha mostrado su ira y su desesperación tras la última masacre atribuída al régimen de Al Assad. Piden a las potencias internacionales una acción más contundente contra el gobierno sirio, y cuestionan las maniobras mediadoras del enviado especial de la ONU, Kofi Annan, por considerar que su plan de paz sólo sirve para dar oxígeno a la dictadura
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Dentro y fuera de Siria, la oposición ha mostrado su ira y su desesperación tras la última masacre atribuida al régimen de Al Assad. Piden a las potencias internacionales una acción más contundente contra el gobierno sirio, y cuestionan las maniobras mediadoras del enviado especial de la ONU, Kofi Annan, por considerar que su plan de paz sólo sirve para dar oxígeno a la dictadura.
Estados Unidos considera que lo ocurrido muestra la necesidad de una acción conjunta en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde hasta ahora Rusia y China se han negado a apoyar cualquier tipo de intervención. El Consejo tiene previsto reunirse la semana que viene para decidir el futuro de la misión de observadores en Siria.
La oposición siria asegura que unas 220 personas, casi todas civiles, perdieron la vida esta madrugada en Al Trimsah, en la región de Hama. La localidad fue atacada por el ejército con helicópteros y tanques, antes de que los paramilitares del régimen, los llamados shabiha, entraran en las casas asesinando a cuchilladas a los vecinos, torturando y quemando cadáveres.
El pueblo, según cuenta a la Cadena SER un testigo de un pueblo vecino, no tiene hospital, por lo que la situación para los heridos es extrema. El único médico murió anoche durante el ataque.
Se trata de la mayor matanza en un año y 4 meses de lo que empezó como pacíficas protestas pero que la represión brutal ha convertido en guerra civil con más de 16.000 muertos.
Los observadores de la ONU presentes en Siria pretenden entrar en la localidad de Al Trimsah en cuanto sea posible para tratar de recoger evidencias sobre la masacre. Kofi Annan ha calificado lo ocurrido de atroz y se ha declarado "Consternado y horrorizado". "Es una violación", ha asegurado, "de la garantía del gobierno de que cesaría en el uso de armas pesadas en centros de población y de su compromiso con el plan de seis puntos".
