El último viaje de Mark Knopfler

''Cuanto más mayor soy, más compongo'', explica Mark Knopfler con motivo de la edición de Privateering, el primer álbum doble de su dilatada carrera. El exlíder de Dire Straits regresa a las tiendas con veinte canciones que fluyen entre el blues, el country y el folk en un recorrido por los sonidos con los que se ha alimentado desde su niñez.

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''Lo que siempre he pretendido desde el primer disco de los Dire Straits, con canciones como Sultans of Swing, era escribir mi propia geografía dentro de la música americana que me ha dado forma, identificar los puntos de referencia ingleses, irlandeses y escoceses dentro del camino de Chuck Berry'', explica Knopfler.

El guitarrista se metió en los estudios Mark British Grove y la música salió sola, sin prisas y con buen ritmo. ''Elegí hacer un disco doble esta vez debido a la gran cantidad de material. No quise separar las canciones ni dejar canciones aparcadas. Quise que fuese un fiel reflejo de las fantásticas sesiones que realizamos''. Así ha ido tomando forma un disco que se presenta como un magnifico regreso tras tres años de silencio discográfico.

En el álbum, como explica el músico, las barreras entre géneros se diluyen y los sonidos escoceses e irlandeses de Kingdom of Gold se mezclan con el folk inglés y el blues estadounidense de Got to have something, sonidos que dominan la escena general gracias a la excepcional armónica de Kim Wilson, un instrumento con poco protagonismo en estos días, pero que resulta clave para recrear las atmósferas que Knoplfer buscaba en este proyecto. El trabajo de Wilson brilla en todo su esplendor en temas como Dont forget your hat o Hot or what, en la que el piano y la armónica entablan su propio diálogo.

A pesar del buen ritmo en el estudio, el proyecto se detuvo unos meses para que el escocés saliese de gira con Bob Dylan, una oportunidad que no dejó pasar después de haber colaborado con el estadounidense en Slow Train Coming (1979) e Infidels (1983). Los amigos lo pasaron bien y Dylan ha vuelto a requerir su compañía para la presentación de Tempest, el álbum que el músico de Duluth publicará este mes de septiembre. Ambos músicos se conocieron durante la primera gira estadounidense de Dire Straits. Dylan acudió a un concierto de la incipiente banda y tras el recital conoció a Knopfler y le pidió que pusiese su guitarra en el disco en el que estaba trabajando.

La soledad del guitarrista

Privateering es el octavo disco en solitario de Mark Knopfler. El guitarrista se lanzó a la aventura en solitario en 1996 tras dar por concluida la etapa de Dire Straits y desde entonces ha editado álbumes tan brillantes como Sailing to Philadelphia, Shangri-La o Get Lucky. Privateering supone una vuelta de tuerca a esos álbumes, un paso más en una dirección que quedó marcada hace años. A pesar de ello, Knopfler tiene claro sus orígenes y su trabajo. ''Componer es muy diferente de ser músico. Yo no me considero músico: la guitarra es algo que uso para componer canciones. El modo en que toco y la manera en que abordo el todo, no es lo que se llamaría ortodoxia de ninguna manera, hago muchas cosas mal a la guitarra de hecho... rompo bastantes normas''. Mark Knopfler regresa a su esencia, a ese lugar donde todo músico acaba volviendo, un sitio en el que los sonidos de la infancia conectan con todo lo aprendido a lo largo del viaje vital del artista. Canciones que versan sobre piratas, corsarios, boxeadores y aventureros. Como explica el propio guitarrista, con los años compone más y las canciones reclaman su espacio, su necesidad de ser cantadas.

Fechas de la gira española de Mark Knopfler

25 de julio - Barcelona - Poble Espanyol.

26 de julio - Madrid - Plaza de Toros de Las Ventas.

27 de julio - Málaga - Plaza de Toros.

29 de julio - Gijón.

30 de julio - San Sebastián - Plaza de Toros de Illumbe.

Las entradas para los conciertos saldrán a la venta el 26 de septiembre.