
Francia retira la licencia a la empresa que está en el origen del fraude de la carne de caballo
La investigación del Gobierno francés indica que hay 13 países implicados y al menos 24 empresas. París exculpa a Rumanía, que habría etiquetado correctamente la venta de carne equina
El Gobierno francés llevará ante los tribunales a la sociedad francesa Spanghero a la que le ha retirado ya la licencia. "Spanghero sabía que etiquetaba como vacuno la carne de caballo, o al menos hay una sospecha fuerte", manifestó el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon. De la investigación realizada en Francia se deduce que al menos 750 toneladas de carne equina fraudulenta habría sido importada durante seis meses por Spanghero, a través de intermediarios holandeses y chipriotas, obteniendo suculentos beneficios.
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Otra sociedad francesa, Comigel, en su planta luxemburguesa Tavola, habría fabricado con esa carne,"con etiquetado incorrecto y fraudulento", lasañas, canelones y otros platos para supermercados de toda Europa. "El olor, la textura y el color, además del precio" deberían haber despertado inmediatamente las sospechas a los expertos y cocineros de Comigel, según Hamon. "Pero sobre todo el etiquetado", porque en el complejo periplo experimentado por las partidas, perdió el marchamo original de Rumania (que era el correcto porque mencionaba el origen equino y su licencia) y no figuraba más que la "procedencia UE". Cualquier fabricante y tratante de alimentos "sabe que toda la carne vacuna de la UE debe llevar el precinto con el país de origen, el de crianza y el matadero donde se ha sacrificado el animal", declaró el responsable de Consumo.
La investigación de los expertos franceses concluye que al menos hay 13 países implicados en el escándalo. Hamon exculpó a Rumanía que habría cumplido con la normativa europea de etiquetado, según aparece en las facturas que han publicado el periódico Le Parisien. Las autoridades holandesas no han comunicado en cambio sus pesquisas, pese a que los lotes de carne han transitado por ese país y a que el tratante holandés, Jan Fasen, sospechoso de haber manipulado la mercancía, tiene antecedentes penales por fraude alimentario.
Francia exige una investigación completa de la Interpol, debido a la multitud de países afectados, a la industria un etiquetado más completo que incluya la trazabilidad de toda la cadena alimentaria. El Gobierno francés va a estudiar además un endurecimiento de las sanciones, porque la mayoría de las infracciones se saldan con multas que sólo suponen una merma de beneficios, cuando estos suelen ser cuantiosos. Por otro lado, Paris asegura que toda la carne equina importada del Reino Unido, con restos de un antiinflamatorio conocido como "bute", no ha entrado en la cadena alimentaria, se ha requisado y va a ser destruida.
