
Papel contra tijera
La crisis económica acelera el fin de la alternancia de dos partidos en los países más afectados por las reformas y los recortes
Austeridad, recortes y reformas han llenado de protestas las calles de decenas de países desde el inicio de la crisis. Esas voces críticas se han ido traduciendo con el paso de las elecciones en parlamentos cada vez más fragmentados. Los bloques de pequeños partidos de izquierdas, el ecologismo o la extrema derecha de corte xenófobo han ido ganando peso en todo el continente europeo.
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El buen resultado electoral del partido dirigido por el cómico Beppe Grillo en Italia ha sido el último capítulo de un libro que se ha ido escribiendo con idéntica letra en distintos países. Islandia fue el primero en sufrir los efectos de la crisis. El país que ha plantado cara a sus banqueros también votó en las urnas por un parlamento con tres partidos que se reparten poco más del 20% de los votos. Junto a las dos formaciones tradicionales se ha colado una tercera de corte ecologista, contraria a la Unión Europea y a la OTAN y que suele utilizar Internet como principal medio de difusión.
En Irlanda gobierna el centro derecha, pero otras cuatro formaciones se reparten casi un número idéntico de escaños. Entre ellos el Fianna Fail, partido predominante en el país desde los años 30 y que ahora está fuera del gobierno.
Grecia e Italia comparten una política convulsa en los últimos años y un sistema electoral que otorga un número extra de diputados al vencedor de las elecciones. No obstante, en ambos países han surgido también junto con la crisis nuevas formaciones con una influencia creciente. En el caso griego, un joven político de 39 años, Alexis Tsipras, ha llevado a una coalición de partidos escindidos del comunismo y el ecologismo a convertirse en segunda fuerza política en medio del hundimiento del socialismo heleno. En ese parlamento hay también una nutrida representación de un partido de extrema derecha y corte xenófobo nada disimulado: Amanecer Dorado. En Italia se busca solución al rompecabezas surgido de los últimos comicios con la irrupción en el panorama político del Movimiento 5 Estrellas, partido crítico con la propia política, euroescéptico y ecologista. A esta fórmula se puede unir en los próximos meses una nueva formación anunciada en Alemania con parecida ideología y también liderada por artistas, economistas e intelectuales.
El bipartidismo se mantiene estable en EEUU y Escandinavia, resiste a duras penas en Portugal y corre peligro en Francia y en el Reino Unido. En el caso francés, el Frente Nacional (de extrema derecha) intenta aprovechar los nuevos tiempos para intentar convertirse en la alternativa a conservadores y socialistas. Los liberales británicos, por su parte, llevan tiempo restando votos a laboristas y conservadores, pero ahora quien va sumando apoyos en los comicios regionales es el UKIP, una formación cuya base programática es el nacionalismo y el antieuropeísmo.
En España la mayor parte de la historia democrática es la de la alternancia entre el PSOE y el PP, bien sea con mayorías absolutas o con coaliciones puntuales. Sin embargo, el último barómetro del CIS, del pasado mes de enero, muestra una caída en la intención de voto hacia los dos grandes partidos beneficiando a dos formaciones más pequeñas: Izquierda Unida y UPyD.
