El regreso de Glastonbury

Pocos festivales pueden presumir de vender más de 100.000 entradas en un par de horas, de presentar un cartel donde grandes estrellas aparecen en letra pequeña. Tras un año de ausencia, Glastonbury regresa con más fuerza que nunca.

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The Rolling Stones están de fiesta, pocas bandas pueden celebrar cincuenta años de música. Pocas bandas hacen las cosas tan a lo grande como ellos. Nadie se merece más el escenario grande de Glastonbury como el grupo liderado por Jagger y Richards. El grupo inglés celebrará sus cincuenta años en el festival más prestigioso de Europa y compartirá cártel con artistas como Mumford and Sons, Arctic Monkeys, Primal Scream o Nick Cave And The Bad Seeds.

Mirar el cartel de Glastonbury es una actividad que lleva su tiempo. Resulta difícil encontrar ausencias. Hay para todos los gustos y para todos los públicos. Sus tres días están tan repletos de música que llega a estresar. Rebuscando en su cartel aparecen nombres como Elvis Costello, Smashing Pumpkins, Vampire Weekend, Rodríguez, Cat Power, Alabama Shakes, Lucinda Williams, los hermanos Wainwright, Portishead, The Lumineers, Tame Impala, Calexico, The XX, Of Monster and Men, Devendra Banhart o Phoenix.

El responsable de toda esta odisea es un granjero local de 77 años, un hombre calvo de barba blanca y aspecto de persona tranquila llamado Michael Eavis. Eavis quedó impresionado después de ver a Led Zeppelin en el Bath Festival of Blues and Progressive Music en 1970, después de aquello tuvo claro lo que quería hacer. Organizaría en su granja un evento similar. Desde entonces, Eavis dirige el festival con la ayuda de su mujer. Tras la muerte de su esposa en 1999 su hija tomó el relevo. En Glastonbury ha pasado de todo. Ha habido invasiones, peleas con el público, ediciones pasadas por agua, riadas y barro, batallas campales. Al margen de todo eso, Glastonbury es el festival con mejor cartel de Europa y el mejor escenario para que The Rolling Stones celebre su aniversario.