Sociedad

Mackinac, la isla sin coches

Mackinac Island es una pequeña isla de Estados Unidos en la que los coches están prohibidos desde finales del siglo XIX

El estado norteamericano de Michigan acoge la isla de Mackinac, en la que el 6 de julio de 1898 se prohibieron los automóviles. El ruido y la contaminación fueron los principales detonantes de esta decisión. Los únicos medios de transporte en la isla son la bicicleta y los carruajes de caballos.

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La isla de Mackinac es única en su especie. En sus diez kilómetros cuadrados de extensión no circula ningún coche. Están prohibidos desde finales del siglo XIX. Cuando llegaron los primeros automóviles a la isla, el ruido asustaba a los caballos y los gases que desprendían los vehículos molestaban a la población. El 6 de julio de 1898 quedaba prohibida la circulación de carruajes sin caballos, es decir, los nuevos automóviles.

Y esta prohibición sigue vigente hoy en día. Es la principal atracción de la isla, convertida en un destino turístico muy importante en la zona. Durante el año, Mackinac cuenta con una población regular de 500 habitantes. En los meses de verano la multiplica por 30, hasta los 15000. La gente va en busca de la tranquilidad. En la isla, el medio de transporte por excelencia es la bicicleta. También los carruajes tirados por caballos, lo que le da un plus más de encanto.

Los habitantes del pueblo están encantados con esta prohibición. La alcaldesa de la localidad, Margaret Doud, invita a todo aquel que quiera visitar la isla a que lo haga, y señala como principal ventaja el hecho de no preocuparse por el precio de la gasolina. La directora ejecutiva de la Oficina de Turismo de Mackinac, Mary McGuire, añade que la gente de la isla tiene una salud de hierro. Entre sus habitantes hay gente de 90 y hasta de 100 años. La pureza del aire es uno de los factores que explica esta longevidad.

¿Podría extenderse este modelo a ciudades de España?

En nuestro país hay una localidad con unas características geográficas similares a Mackinac. Se trata de A Illa de Arousa, en la provincia de Pontevedra. Este municipio insular, donde no hubo coches hasta 1985 (cuando se inauguró un puente que la unía con la Península), tiene una propuesta sobre la mesa para intentar reducir el uso del vehículo. El alcalde la localidad, Manuel Vázquez, explica que se trata de unos aparcamientos disuasorios situados al cruzar el puente y que a través de unas líneas de transporte público y de potenciar el uso de la bicicleta, el coche quedase reducido a la mínima expresión. La iniciativa se llama "Puente de A Illa". El regidor reconoce, sin embargo, que es muy complicado llevar adelante esta propuesta por la amplia dependencia que hay del uso del vehículo.

Vitoria-Gasteiz es un ejemplo de movilidad sostenible en España. La capital vasca potenció el uso de la bicicleta, del autobús, del tranvía, reordenó el tráfico y creó las llamadas "zonas treinta" (donde está prohibido circular a más de treinta kilómetros por hora), entre otras propuestas. La concejal de Medio Ambiente, Idoia Garmendia, explica que la filosofía de este plan de movilidad es que el peatón recupere el espacio perdido frente el vehículo. La edil reconoce que muchos planes de movilidad no se llevan a cabo por falta de voluntad política y por lo que denomina "error de concepto" al pensar que cuesta dinero. "Más que gastar, se invierte", reconoce Garmendia.

Las ventajas de no tener coche en una ciudad son muchas. No hay atascos, no hay ruido, no hay que preocuparse por buscar aparcamiento... Y no solo eso, sino que la ausencia de coches se nota, y mucho, en la calidad del aire.

Aldo Gómez

Aldo Gómez

En 'Hora 14'. Antes, había pasado por SER Toledo, Radio Albacete, Radio Madrid y Radio Arosa

 
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