Un alto cargo de Medio Ambiente, acusado de prevaricación por los vertidos de Nicas

El juez le imputa por retrasar, sin justificación, varios años la limpieza de las balsas con residuos de hidrocarburos desde el año 2006. Además, el 7 de septiembre de 2011 una moto ocupada por dos personas se hundió en el fango contaminado, considerado peligroso y con riesgo para las personas y ecosistemas

"Prevaricación por omisión". Esta es la acusación del Juzgado de Instrucción número 4 de Valladolid contra Agustín Barahona Martín, jefe del Servicio de Control de la Gestión de los Residuos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Las diligencias, a las que ha tenido acceso la Cadena SER, incluyen también el sobreseimiento y archivo de la causa sobre dos funcionarias cualificadas, Marta Sastre Arenal y María Pilar Cabello Caballero. El procedimiento se encamina hacia el juicio oral.

Un año después de las primeras gestiones ante la Junta de Castilla y León, el 19 de junio de 2007 la empresa Nicas entregó a la Junta una documentación en la que ponía en conocimiento la existencia de un vertido de "residuos contaminantes por hidrocarburo, con riesgo para la salud de las personas y los ecosistemas". Además, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) también certificó la denuncia. En agosto de 2007, la empresa Nitratos de Castilla (integrada en Fertiberia), llegó a ser sancionada por la Confederación Hidrográfica del Duero por estimar que las balsas se encontraban sin ninguna medida correctora de impermeabilización.

Sin embargo, Agustín Barahona, en su condición de jefe de servicio, a pesar de conocer la situación, dejó transcurrir el tiempo, más de cuatro años, sin adoptar ninguna medida cautelar sobre los vertidos el 20 de octubre de 2011. No hay justificación para la demora, apostilla el juez, que se refiere a la "inactividad voluntaria" del alto cargo de la Administración autonómica.

Uno de los puntos de inflexión del proceso se produjo hace dos años por un accidente: el 7 de septiembre de 2011 una moto ocupada por dos personas se hundió en el fango , en una de las balsas pendientes de limpiar. Es decir, que las balsas de residuos peligrosos seguían abiertas, sin sellar.

El informe del SEPRONA indica que "los residuos detectados estaban produciendo un daño o deterioro grave para el medio ambiente y un peligro grave para la salud de las personas, así como un potencial peligro para la flora autóctona".

La Consejería de Fomento y Medio Ambientedesconocía el auto judicial, aunque fuentes del departamento que dirige Antonio Silván expresaron "respeto y colaboración con la Justicia" y "confianza y reconocimiento del trabajo de los funcionarios".