Trierweiler recusa a su abogada por decir que está buscando "una salida digna"

Valérie Trierweiler, todavía pareja oficial de Francois Hollande, vuelve a las primeras páginas una semana después de salir del hospital y mientras el presidente de la República visita el Vaticano.

Trierweiler ha recusado a su abogada, Fréderique Giffard, por haber declarado que la primera dama busca "una salida digna" a su situación, tras la revelación, no desmentida, del supuesto romance que el presidente mantiene con la actriz Julie Gayet.

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"Giffard ha hablado sin saber, ya no es mi consejera", ha hecho saber Trierweiler a los medios, para desmentir el contenido de las declaraciones que publica Le Figaro. Giffard comentó al rotativo conservador que "el presidente y mi clienta reflexionan" sobre una clarificación de su situación de pareja. "La decisión solo les corresponde a ellos. Es difícil para Valérie Trierweiler mantenerse serena frente a la presión mediática y política, pero ella es consciente de que se impone una clarificación".

La hasta ayer abogada de la periodista aseguró en el diario que su defendida "no está haciendo una comedia" con sus problemas nerviosos, que la mantuvieron una semana ingresada en una clínica y desde el viernes pasado recluida en la residencia oficial de La Lanterne, junto al palacio de Versalles, a las afueras de París. Tras asegurar que tampoco "está haciendo chantaje" ni "quiere instrumentalizar su situación de debilidad" en su beneficio, señaló que "sigue siendo una mujer de izquierdas y no quiere enturbiar el mandato de Hollande".

La jurista hace referencia a la delicada situación económica que le espera a Trierweiler -que se divorció de su anterior marido pero no se casó con Hollande- cuando abandone el Palacio del Elíseo definitivamente, donde tenía a su disposición despacho y tres asesores. Con un patrimonio "modesto" que comparte con su exmarido con la que tienen tres hijos, Trierweiler , dejó varias ofertas en la televisión para estar en el Elíseo y sólo ha mantenido una columna literaria en Paris Match, agrega Giffard.

Trierweiler en todo caso parece haberse repuesto lo suficiente como para retomar sus actividades humanitarias como primera dama de Francia. El diario Le Parisien escribe que Trierweiler viajará este fin de semana a la India, en favor de una acción de la ONG 'Acción contra el Hambre'. Se trata de una visita preparada desde hace meses y que la primera dama no ha querido cancelar. "Ella está mejor, refugiada con la familia, se pasea por el parque y contesta a los muchos mensajes de apoyo que ha tenido", ha contado al diario de la capital una persona cercana a Trierweiler.

El viaje de Trierweiler parece crear cierta inquietud en el Elíseo, donde se esfuerzan para que el asunto de la pareja siga en la esfera privada que desea Hollande."El presidente vive una bonita historia con la otra, se entiende", y le gustaría que "las cosas se decanten por sí mismas", sin sobresaltos, como a él le gusta actuar, habría dicho un diputado a Le Parisien.

En Francia, se vive con impaciencia el fin de este culebrón que "a nadie importa" porque "es una cuestión de la vida privada", pero que todo el mundo publica y devora ya sea en papel o la red. Hollande, como "ciudadano, no como presidente", prometió que antes del 10 de febrero haría una aclaración sobre su situación de pareja.

En las comidillas de palacio se espera esa declaración para después de su visita al Vaticano, que termina este viernes por la noche, cuando Hollande se entreviste con el papa Francisco.