Hervè Falciani, una lucha titánica contra la opacidad bancaria y el fraude fiscal

Hervè Falciani habla en los micrófonos de la Cadena SER de los avances de la mayor investigación judicial europea contra el fraude. El objetivo de una estrategia que comenzó en 2008 y, con unos avances sin precedentes, todavía tiene mucho camino por recorrer

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Un material "conseguido con gente" que le ayudó. Un ingeniero, matemático, ex trabajador del HSBC Private Bank capaz de poner en marcha una estrategia judicial en el año 2008 con un guión imposible. Llamar la atención de la Justicia, a través de las Agencias Tributarias correspondientes, para activar investigaciones judiciales en los países europeos a los que afecta de manera masiva la evasión fiscal a través de cuentas en bancos suizos protegidos por el secreto bancario. "Cuando se trabaja con proyectos estratégicos en uno de los mayores bancos mundiales se aprende a detectar la vía de los controles que quieren evitar" dice Falciani.

Para ello Hacienda era un paso necesario. La lista con los nombres de los 130.000 datos sustraída del HSBC suizo en 2008, acabarían repartidos por las administraciones tributarias de cada país. En EE.UU, la huella de la lista Falciani dejó una sanción sin precedentes de las autoridades norteamericanas a una entidad bancaria. El banco suizo decidió pagar una multa al Gobierno norteamericano de 1.200 millones de dólares a cambio del cese de la investigación.

Y de Francia a España. El país galo envió a Hacienda 659 nombres que se resolvieron en parte con regularizaciones voluntarias. Otros, los que superaban con creces el límite legal de 120.000 euros, acabaron en la Fiscalía Anticorrupción para ser investigados por la vía penal.

Faltaba un paso más, el salto cualitativo que permitiera abrir una investigación en la Audiencia Nacional con la cooperación de sus homólogos judiciales en Francia. "Es un asunto delicado. Con muchas autoridades pendientes del caso. Todo empezó con la Fiscalía a través de las comunicaciones con la Agencia Tributaria y la información de los nombres de evasores. La relación ha sido más profunda cuando salgo de la cárcel". Se refiere a la prisión de Valdemoro donde cumplió seis meses. "No me pusieron en un módulo normal, me pusieron en el módulo de conflictivos. Así es como se hacen estas cosas. Organizando que tu vida sea lo más difícil posible".

Redes para resistir presiones

Cualquiera que profundice en el asunto Falciani se da cuenta rápidamente de que la tensión es inherente al caso. A pesar de las investigaciones judiciales. A pesar de la escolta que protege al informático. A pesar de todo, el caso está blindado y las precauciones son máximas.

Ahora se encuentra bien. O razonablemente bien. "Trabajando, encontrándome con expertos que luchan contra las obstrucciones y las dificultades. No sólo los ciudadanos tienen problemas, también dentro de las administraciones la situación es difícil con esta crisis"

Son los mecanismos, no los clientes

Lo ha dicho ya muchas veces. Lo seguirá repitiendo. "Los nombres no son importantes. Lo más importante son quiénes ofrecen esos servicios y ayudan a que sea legal. Una empresa que debería compartir sus beneficios con los ciudadanos a través del pago de impuestos lo hace en un 4% y no el 30%. Los mecanismos y cómo se utilizan quienes se pueden aprovechar de ellos".

Y a la repetida pregunta desde los medios. ¿Cuántos son? ¿Quién está en la lista? Responde "No hablamos de españoles sino de las personas que tienen intereses, que deben devolver algo a España ¿Cuántos? Un número sería una indicación muy precisa que ahora no estoy en condiciones de dar. A través de los intermediarios se llega a otra gente que pueden estar presionando" explica.

Porque a los particulares que hacen uso de los productos financieros en Suiza, habría que sumar los intermediarios. "Todos conocemos el mecanismo del testaferro. A su pregunta, por tanto, sobre cuántos hay en la lista, habría que incluir a los intermediarios albaneses, por tanto, el número ahora no es preciso" Y quien mejor que Falciani para definir al testaferro. "No es una imagen, no representa a alguien material. Simplemente es un producto financiero, un producto seguro, un medio para evitar pagar impuestos. Son estructuras muy volátiles, virtuales".

Por tanto, "hay un conjunto de productos que permiten la opacidad financiera. Productos que, cual seguro de vida, evitan pagar impuestos. Detrás de todo eso hay un conjunto de capas intermediarias y financieras, pero también tenemos intermediarios que permiten la comunicación entre diferentes bancos para que dos gestores puedan colaborar (y evitar así una vinculación directa del segundo gestor con el banco). Un testaferro es un elemento simbólico para entender cómo la gente puede actuar al servicio de otros. Y eso es lo que se gestiona desde la banca privada".

Desigualdad de fuerzas

"Por un lado están las finanzas opacas con mucho poder y por otro una justicia eficaz pero sin medios". Para resistir son necesarias las redes construidas en el tiempo. "En Francia durante tres años se frenó la investigación, ahora, sin España, no hubiéramos podido continuar. En otros países ha ocurrido igual. En Italia, Bélgica, Grecia (a pesar de la desaparición inicial de la llamada lista Largadé)... pero para constituir esas redes se necesita tiempo.

Y continúa "Hay muchos jueces y fiscales esperando a que se creen esas redes. Los medios de comunicación tienen una importancia clave en este asunto. Sin la transparencia mediática es difícil conocer que estamos ante una ocasión única de trabajar juntos entre las administraciones. Tampoco ellos tienen todos los medios financieros que quisieran. Se trata de evitar que la corrupción caiga encima de los gobiernos. "Con el tiempo que tenemos para evitar las prescripciones, y la necesidad de abrir canales de comunicación con diversos países, la falta de medios es la obstrucción más grande que encontramos hoy" concluye.