
Sarkozy lanza acciones legales para frenar la difusión de conversaciones privadas
Las grabaciones piratas realizadas al expresidente Nicolas Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, han desatado una histeria colectiva entre la clase política francesa
El exjefe de estado francés ha anunciado a través de sus abogados que impedirá por vía judicial que se sigan difundiendo las conversaciones privadas, o sus transcripciones, realizadas por el que era un asesor de Sarkozy cuando estaba en el Elíseo. Los abogados aseguran que los registros auditivos fueron realizados por Patrick Buisson sin consentimiento de la entonces pareja presidencial.
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Todavía no es el Sarkozygate, pero las grabaciones piratas realizadas al expresidente Nicolas Sarkozy y su esposa, la cantante Carla Bruni han desatado una histeria colectiva entre la clase política francesa. Por algo será. Hoy el ex jefe del Estado ha anunciado a través de sus abogados que impedirá por vía judicial que se sigan difundiendo las conversaciones privadas, o sus transcripciones, realizadas por el que era un asesor de Sarkozy cuando estaba en el Elíseo.
Los abogados aseguran que los registros auditivos fueron realizados por Patrick Buisson, sin consentimiento de la entonces pareja presidencial. Los diálogos publicados en parte por la revista Le Point alcanzaron una gigantesco revuelo ayer al ser difundidos ayer por el semanario satírico Le Canard Enchaine y el sitio de internet Atlantico y luego reproducidos por todas las televisiones y medios.
Los contenidos conocidos hasta ahora son bastante banales. En una Carla Bruni se queja en tono chistoso de que por su situación de pareja presidencial no puede ganar tanto dinero como artista. "Creía haberme casado con alguien rico" y que resulta que "soy yo la que pago el apartamento" . En otra se escucha al propio Buisson decir que Michel Mercier -ministro de Justicia entre 2010 y 2012 -es "una calamidad", como otros miembros del entonces Gobierno.
Muchos políticos temen que lo más gordo esté por venir. Sarkozy, que prepara meticulosamente desde hace meses su vuelta al ruedo político para las presidenciales de 2017, podría ser el más perjudicado, si salen al aire, por ejemplo, conversaciones sobre su polémica política de inmigración; o sobre políticos extranjeros. De sobra es conocida su afición por soltar chascarrillos sobre Angela Merkel o sobre los altos funcionarios de Bruselas.
Periodista de 64 años, Buisson trabajó para la revista de extrema derecha 'Minute' . Se distanció de la ultraderecha pero se mantuvo siempre como un orgulloso nacionalista francés. A él se atribuye el intento de 'derechización' de la política de Sarkozy durante su infructuosa campaña de reelección presidencial. Y sobre Buisson pesa también una investigación judicial por sondeos realizados en la época de Sarkozy.
Buisson ha admitido haber registrado las conversaciones "para evitar tomar notas", pero niega haberlas difundido. Hay la sospecha de que podría haber sido su hijo, con quien está peleado, según los medios, pero asegura que él no ha sido.
