
La diplomacia francesa ladra mucho ante Rusia pero muerde poco
Francia tiene más dependencia económica de Rusia de la que presume y Société Générale es el mayor acreedor
Los fuertes ladridos de la diplomacia francesa con Rusia chocan con las suaves sanciones que el Estado y su Gobierno están dispuestos a aplicar. Y es que, aunque no se reconoce a viva voz, el Hexágono tiene grandes intereses en la Federación rusa y sus bancos y empresas muchos clientes.
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No son los bancos alemanes como algunos diplomáticos sugieren los más expuestos en Rusia, sino los franceses e italianos. Según un análisis de la banca de inversión estadounidense Morgan Stanley, la exposición total de los bancos europeos en Rusia se eleva a 194.000 millones de dólares y Société Générale (banco francés) con su filial Rosbank y Unicredit (italiano) figuran a la cabeza. Aunque no se espera en los mercados una marejada crediticia como la crisis financiera de 2008, ya el fin de semana se notaba cierta tensión y algunos analistas afirman que "hay mucha vigilancia para poder reaccionar rápidamente".
A la diplomacia francesa se le llena la boca a menudo y así ha sido con la cuestión de Ucrania y las amenazas verbales contra Rusia por su anexión de Crimea. Pero, a la hora de pasar a los actos, la presidencia francesa y los ministerios de Defensa y Exteriores se encojen. "No es fácil aplicar sanciones por la dependencia económica y energética de algunos países", dejan caer los responsables franceses, sin reconocer que el Hexágono está plagado de compromisos con Moscú, empezando por los militares.
Fragatas francesas para Moscú
El titular de Interior, Laurent Fabius, sugirió con enorme precaución ante los periodistas que "podría pensarse" en la posibilidad de suspender la entrega a Moscú de dos fragatas tipo Mistral, encargadas por la Armada rusa en tiempos del presidente Nicolas Sarkozy. Su colega de Defensa, Jean-Yves Le Drian, le corrigió en el acto: "no es una cuestión que esté sobre la mesa, tal vez nos lo plantearemos en octubre, cuando haya que entregarlas".
Le Drian añadió acto seguido que "no se parará la fabricación " de estos dos buques porta-helicópteros por los que Francia percibirá - al parecer una parte de la factura se ha pagado ya- mil millones de euros. El jefe de la Armada rusa habría dicho de este encargo que si en tiempos de la crisis de Georgia hubieran dispuesto de esas fragatas " el país no se nos habría resistido ni dos días".
Rusia no es sólo un importante cliente para Francia en el terreno militar. El grupo automovilístico, PSA- Peugeot Citroën es también el mayor inversor en este sector en Rusia y marcas de alimentación como Danone tienen en la federación rusa su primer mercado. Ni el turismo, ni los grandes del lujo francés, LWMH, Kering o Hermes , entre otros, podrían prescindir fácilmente de los millonarios rusos que engordan sus cuentas de resultados.
