
Francia aprueba las reformas pese a los socialistas rebeldes y la oposición sindical
El Gobierno de Valls saca adelante fuertes rebajas de cotizaciones e impuestos para las empresas y la congelación de la mayoría de las pensiones

El primer ministro francés Manuel Valls asiste a la Conferencia Social / REUTERS/Benoit Tessier
Pese a la abstención de 33 diputados socialistas rebeldes, el Gobierno socialista que dirige Manuel Valls logró aprobar este martes en la Asamblea Nacional fuertes rebajas de cotizaciones e impuestos para las empresas y la congelación de la mayoría de las pensiones, salvo las más bajas.
Con la luz verde de la Asamblea Nacional se complementa el "Pacto de Solidaridad", la columna vertebral del proyecto reformista del Presidente François Hollande, que contiene recortes de 50.000 millones en el próximo trienio, para frenar así el gasto público, equivalente al 57% del PIB de Francia.
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Este proyecto de ley que rectifica los presupuestos de la Seguridad Social incluye las medidas citadas que los "rebeldes" socialistas consideran "un cheque en blanco " para los empresarios. Ante las protestas Valls cedió en las últimas semanas al rebajar también los impuestos a los sueldos más modestos y dejar libre de la congelación a las pensiones de menos de 1.200 euros.
Ha sido un nuevo test para el gobierno socialista después de que en abril 42 diputados votaran contra el proyecto para disminuir en 50.000 millones los gastos durante el próximo trienio, hasta 2017. La Asamblea dio luz verde con 272 votos a favor ( socialistas más radicales y un puñado de ecologistas) y 234 en contra ( la derecha de UMP y la mayoría de centristas, junto a la izquierda ) . Entre las 54 abstenciones las 33 socialistas, algo menos de las esperadas.
Ayer se cerró también la tercera Conferencia Social del quinquenio, marcada por la división sindical y el boicot a la negociación. Por vez primera cuatro sindicatos, entre ellos el mayor en afiliados, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la tercera Fuerza Obrera (FO), que suman la mitad de los representantes sindicales en las empresas, se retiraron de la Conferencia. En la segunda jornada se ausentó también la Federación Sindical Unitaria (FSU), con especial fuerza en la administración y la enseñanza. Los sindicatos protestan por las concesiones que realizó Valls a las patronales, que tras amenazas lograron arrancar al Gobierno el retraso de entrada en vigor del nuevo reglamento sobre "peligrosidad" ( que permite adelantar las jubilaciones en aquellos trabajos más penosos).
Medidas para los jóvenes
Valls reiteró al término su compromiso para bajar impuestos a las clases medias en 2015 y anunció que dedicará 550 millones suplementarios para el empleo de jóvenes. De ellos 260 provendrán de los fondos europeos. Cien millones suplementarios se pondrán a disposición de las empresas que contraten aprendices en formación. El Gobierno socialistas trata también de reformar la enseñanza alterna (empresa/escuela) para potenciarla y adecuarla al mercado laboral.
