Sánchez zanja el debate de nombres antes del congreso que le proclamará

El PSOE arranca este fin de semana una nueva etapa con el congreso extraordinario que convertirá a Pedro Sánchez en secretario general y en el que el partido vivirá un escenario inédito, porque nunca había empezado un cónclave con las principales dudas de los nombres resueltas. Al secretario general lo escogieron los militantes y este viernes se han despejado las principales incógnitas sobre la dirección. La andaluza Micaela Navarro será la presidenta de la formación, el riojano César Luena su secretario de Organización y Susana Díaz -a quien Sánchez pidió que ocupara la presidencia- coordinará el comité que reúne a los líderes territoriales, cargo con el que podrá participar en las reuniones de la ejecutiva.

Es la presidenta del PSOE andaluz y compatibilizará ese cargo con la presidencia del PSOE. Micaela Navarro, que fue diputada y consejera de la Junta, será también la primera mujer que preside el partido. Según el relato de varios responsables socialistas, Pedro Sánchez ha pedido a Susana Díaz que fuera la presidenta. Y no ha sido sólo Sánchez, porque otros dirigentes del partido le han propuesto que aceptara un cargo que ocuparon antes otros andaluces y que tiene una importancia simbólica.

Díaz había dicho varias veces que no y en esa posición se ha mantenido. La mandataria andaluza sí será, como ha adelantado la SER, la presidenta del Consejo de Política Federal, el órgano que agrupa a los barones y que en su última reunión, en Granada, aprobó la declaración socialista para reformar la Constitución. Explican dirigentes del partido que ese cargo le permitirá asistir a las reuniones de la comisión ejecutiva. Hace unos días, el próximo secretario general anunció que quería potenciar la importancia de ese organismo y que se reuniría con más frecuencia. Su próxima reunión se celebrará, según lo previsto, en Cataluña.

En esta nueva ejecutiva no habrá vicesecretario general -cargo que hasta ahora ocupaba Elena Valenciano- de forma que el secretario de Organización se convierte de hecho en el 'número dos' del partido. Y ese cargo lo ocupará un diputado de 33 años, César Luena, secretario general en La Rioja, que fue secretario de Organización de las Juventudes Socialistas. Luena fue uno de los barones del PSOE que pidió a Susana Díaz que liderara el partido. Cuando ella anunció que no entraría en esa carrera, apoyó a Sánchez.

Este viernes ha habido una imagen significativa en Ferraz. Salían de la sede Luena, Sánchez, Iceta y también Antonio Hernando. Sánchez e Iceta han compartido almuerzo y han hablado sobre los nombres del PSC que estarán en la futura ejecutiva. Se da por hecho que estará Carme Chacón. También el valenciano Ximo Puig, que será además vicepresidente del congreso socialista, y Emiliano García-page, líder del partido en Castilla-La Mancha. Papel destacado, pues, de los barones en esta nueva etapa del PSOE. Sobre la posible integración de su principal rival, Eduardo Madina, en el entorno de éste aseguran que la nueva dirección no se ha puesto en contacto con el diputado vasco.