El PSOE se plantea llevar la reforma constitucional al Congreso aunque el PP no se sume

El PSOE cree que la reforma de la Constitución es la única manera de que, llegados a este punto, se pueda encauzar la situación en Cataluña. Por eso, busca el acuerdo con otros grupos -en especial con el PP- para que la propuesta de abrir una ponencia en el Congreso no la presente sólo el PSOE, sino que sea una iniciativa compartida con más formaciones. Los socialistas, sin embargo, están viendo que la respuesta de otros partidos es fría y que el presidente Rajoy, aunque no cierre la puerta a la reforma, tampoco parece decidido a abrirla. De manera que el partido de Pedro Sánchez esperará unas semanas, probablemente a que pase el 9 de noviembre, pero no descarta llevar la iniciativa a la Cámara aunque sea sin el concurso del PP. Eso obligaría al Gobierno a pronunciarse en las Cortes.

El portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, pidió ayer "unas semanas" para conocer cómo llevarán al Congreso su iniciativa de abrir un debate sobre la reforma de la Constitución. Añadió que el diálogo "es apremiante". Desde hace unas semanas, los socialistas están buscando el acuerdo con otros partidos para que se sumen a la propuesta y firmen también su petición. Pretenden el acuerdo de otros partidos, "sobre todo del PP, que es el partido mayoritario", según reconocen en la dirección socialista. Pero no descartan llevarlo adelante sin esa formación.

Lo más probable, por lo que admiten las fuentes consultadas, es que el PSOE espere a que pase el 9 de noviembre y a que su secretario general acabe la ronda de presentación que mantiene con el resto de partidos. Si, pasado ese proceso, el PP no quiere sumarse, "valoraremos no eludir nuestra iniciativa de reforma de la Constitución para dar solución a la crisis abierta en Cataluña".

Varias voces quieren que se abra ya una ponencia en la Cámara para enviar un primer gesto a Cataluña y señalar así el "inmovilismo" que el PSOE critica de Rajoy, aunque la dirección prefiere por el momento "buscar más consenso". Ayer, en una asamblea abierta, Sánchez dijo de Rajoy que era "el presidente equivocado en un momento trascendental para la Historia de España". Le insistió en que le apoyará si emprende la reforma de la Carta Magna, pero advirtió: "Como no lo afronte, será su responsabilidad histórica, y le criticaremos por electoralismo".

Existen dudas entre los socialistas de que Rajoy acabe aceptando negociar la reforma -el propio presidente subrayó que esa no era la prioridad del Gobierno en este momento- y muchos dirigentes están convencidos de que no lo hará para no arriesgarse a perder votos. "Y si no lo hace, el escenario se complica", dicen muchos.